La imagen no es nueva. Hace mucho tiempo ya que en los paseos por el centro de la ciudad están presentes dos expresiones. La primera, y menos habitual, es “esto es nuevo”, en referencia a un establecimiento que abre. La segunda, desgraciadamente más común de lo deseado, es “qué pena, ya ha cerrado esta tienda”. Desde la calle Ancha hasta San Francisco son muchos los locales en los que cuelga el cartel de ‘se alquila’ o ‘se vende’. Una de las marchas más sonadas en el último mes ha sido la del grupo Inditex, que cerraba sus dos tiendas en la calle Columela. Se suman Precchio, Sabores de Antaño o Trucco, trasladada a José del Toro.
Pero la fórmula es sencilla. Si la marca de Amancio Ortega, uno de los españoles más ricos del mundo, tuvo que cerrar sus tiendas debido a los altos costes de alquiler, no resulta extraño que comercios más pequeños se vean doble —o triplemente— castigados. “Lo que sorprende es que los propietarios prefieran tener locales cerrados a tenerlos alquilados y bajar los precios”, exponen desde Cádiz Centro Comercial Abierto (CCCA). La asociación asegura que, a pesar del gran impacto que ha tenido la crisis sanitaria del coronavirus en la economía, “tan sólo tres de nuestros comercios asociados se han visto obligados a cerrar”.
La demanda en la calle Columela siempre ha sido alta y era difícil encontrar un local vacío. Todas las firmas querían estar en esta céntrica calle. “Ahora, al quedarse algunos vacios y ser el precio tan elevado, no se están completando con la rapidez que hemos visto en otras ocasiones”, exponen desde CCCA.
Y es que no podemos obviar que nos encontramos inmersos en una crisis provocada por la pandemia. Crisis que no ha hecho más que comenzar. Y al igual que todos los sectores están intentando adaptarse, tal vez los propietarios deberían hacer lo propio. “Ha habido muchos problemas con la negociación de los alquileres durante el confinamiento. Algunos propietarios han empatizado mucho con los comerciantes pero con otros ha sido más duro. Evidentemente es algo que también depende mucho de las circunstancias del arrendador”, apuntan.
En alguna ocasión se ha pedido incluso a las adminitraciones que medien para avanzar con el tema de los alquileres, “pero resulta complejo”.
Sin embargo, aunque en las calles principales se ven locales vacíos y firmas que dicen adiós, lo cierto es que en los últimos años los pequeños comercios locales han ido apareciendo en las arterias de estas. De hecho, justo antes del Covid19, la asociación señala que “hubo varias de carácter autóctono que abrieron” en calles como José del Toro, Canovas del Castillo, Rosario o Valverde. “Creemos que estos comercios de cercanía y de carácter local nos da un punto diferenciador con respecto a otros centros comerciales, ya que son tiendas que no se pueden encontrar en otro lugar o en grandes superficies”.
Igual el comercio en el centro de la ciudad no “se está muriendo”, como muchos auguran, sino que está comenzado a florecer (mientras sobrevive) con un formato distinto al que estábamos acostumbrados.