Tras el primer encuentro entre Juan Carlos Ruiz Boix y Javier Ruiz el pasado viernes en la sede provincial del PSOE de Cádiz en el que se constató que los rivales en las urnas mantienen sus diferencias sobre el escenario abierto después de las primarias, el secretario general electo mantiene la mano tendida y hará todos los esfuerzos posibles por la integración.
Ahora bien, según ha podido saber VIVA CÁDIZ de fuentes de toda solvencia, Ruiz Boix no quiere repetir la fórmula de hace algo más de tres años porque, como ha reconocido en las últimas semanas, no todos los integrantes de la dirección remaron en la misma dirección por cuitas internas. Reacio, por lo tanto, a la “integración de bloques”, mantiene que, obtenida la mayoría en las urnas, le corresponde elegir al equipo para el nuevo proyecto que puede seleccionar de los 4.700 afiliados socialistas, hayan estado o no con el candidato alternativo.
Con todo, el secretario general no solo ha animado a Javier Ruiz a sumarse a la nueva Ejecutiva, sino que también lo ha hecho con otros alcaldes situados entre los críticos. Lo que ha pedido al respecto es lealtad, algo en lo que ha insistido reiteradamente en sus comparecencias públicas después de la histórica votación de los militantes hace unas dos semanas.
Y también reclama disponibilidad. Ruiz Boix tiene claro que, además de la capacidad para abordar las cuestiones más importantes para reconectar con el electorado, es preciso patearse las calles, pueblo a pueblo. Sin embargo, El también alcalde de San Roque y diputado nacional no baraja renunciar al acta en el Congreso, al no haber recibido, según su entorno, petición expresa al respecto de la dirección autonómica, y dado la labor de defensa de los intereses de la provincia que lleva a cabo en la capital del Reino. Si dejara el cargo en Las Cortes, correspondería a Jaime Armario.
