Una madre, que padece una enfermedad, ha denunciado ante el Juzgado Número 1 de San Roque a la directora y al jefe de estudios de un colegio de Educación Infantil y Primaria de una barriada por impedir el derecho de representación.

La queja, que viene de hace unos años, se refiere a la prohibición de autorizar a otra persona que sustituya a la madre de una alumna que en ocasiones no puede acudir al centro, algo que sí se permite en otros casos sin mayor inconveniente. “De hecho, es habitual que familiares o incluso personal del servicio doméstico de Sotogrande acuda al centro a recoger a alumnos del mismo, pero en determinados casos la dirección del centro alude que la ley sólo permite autorizar a quienes sean padres, madres o tutores legales, sin indicar a qué legislación se refieren”, lamenta la denunciante.

La situación ha llegado a provocar en el pasado que varias alumnas dejaran de asistir al centro al ser imposible autorizar a terceros a recogerlas, “sin que se activara ningún protocolo de absentismo, posiblemente porque eran conscientes de que la culpa era del propio centro y no de la familia.”, denuncia.

Además lamenta que “los alumnos pasen horas con una bolsa de hielo en la cara, o esperando con un esguince tras accidentarse hasta que la familia pase a recogerlas porque no llaman a los teléfonos de emergencia que tienen en sus fichas. La excusa es que solo pueden llamar a familiares directos, algo que desde la familia consideran totalmente absurdo.

Debido al daño de la prohibición, finalmente se ha tenido que recurrir a la vía penal.