El presidente del PP barreño, David Gil, ha mostrado su satisfacción tras corroborar, con datos en la mano, el importante papel que ha jugado el PP para moderar el gasto político del Ayuntamiento. “Menos del 10% del gasto total entre sueldos de los concejales y el alcalde corresponden a nuestra formación, pero indudablemente los frutos de nuestra gestión, al frente del área económica, resultan significativamente superiores a dicho porcentaje”.
“Este coste tan bajo se explica -afirma Gil- porque tan sólo tenemos un concejal liberado del área de Personal de los cinco posibles, es decir, un 20% que es un porcentaje infinitamente más bajo con respecto al personal liberado a media o jornada completa por parte de nuestro socio de Gobierno. No obstante, resulta justo indicar que, con independencia del número de personas liberadas, las retribuciones han bajado ostensiblemente con respecto a otros periodos. Sin duda esta moderación salarial ha jugado un importante papel para explicar la ostensible bajada registrada en el coste político de este Equipo de Gobierno”.
En cuanto al personal de confianza, el dirigente popular señala sobre su papel que “los dos puestos tienen un perfil eminentemente técnico que están demostrando en la gestión diaria y en los logros alcanzado por este Ayuntamiento en los últimos tiempos. En cuanto a sus emolumentos, puesto que no tenemos nada que esconder entre ambos no llegan a los 58.000 euros brutos, mucho menos del 1% del coste anual de la plantilla y una cantidad sensiblemente inferior a la cobrada por un solo personal de confianza, nombrado por otra conocida formación, para funciones cuanto menos discutibles".
Por último, Gil finaliza matizando que “no se puede obviar que el resto de concejales populares que no cobran por este Ayuntamiento, entre los que me incluyo, acuden cada día a su puesto de trabajo al frente de áreas de suma relevancia para la toma de decisiones que devuelvan a este municipio al lugar donde le corresponde, lo que sin duda revela nuestras verdaderas intenciones más allá de otras cuestiones meramente secundarias como, podría ser, el gasto político”.