Según ha podido saber VIVA CAMPO DE GIBRALTAR, la mañana del pasado viernes fue detenido un capitán de la Guardia Civil destinado en La Línea de la Concepción.
Una detención confirmada por fuentes de la Benemérita y que se llevó a cabo por el departamento de Asuntos Internos. No obstante, tras el arresto, “fue puesto en libertad, a la espera de que se celebre el juicio”. A día de hoy, el capitán de la Guardia Civil continúa ejerciendo sus funciones.
Vinculación con un caso
Este arresto podría estar asociado a su posible relación con el exmarido de una mujer asesinada en 2008 en el municipio malagueño de Alhaurín de la Torre. Las fuentes de la Guardia Civil han indicado que, debido al secreto de sumario, no pueden informar sobre los delitos que se le imputan, aunque dejan claro que entre los cargos no figuran el de homicidio o asesinato.
El suceso fue muy seguido, y perseguido, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) en Málaga, que en diciembre de 2013 ofreció una rueda de prensa en la que insistieron en pedir que se investigara la posible relación entre agentes de este Cuerpo y el exmarido de Lucía Garrido, de 35 años, que apareció el 30 de abril de 2008 flotando en la piscina de la finca, propiedad de la víctima y de su ex pareja. La autopsia confirmó que presentaba “lesiones violentas” y como consecuencia de la investigación realizada en su momento por la Guardia Civil no hubo ninguna imputación, ya que el exmarido prestó declaraciones sin ser detenido y quedó en libertad.
Según denunció entonces en rueda de prensa el secretario provincial de AUGC, Ignacio Carrasco, “tanto antes de la muerte de Lucía Garrido como después de la misma, la familia ha mantenido que ha habido un trato de favor por parte de algunos miembros de la Guardia Civil hacia el exmarido, además de mantener unas extrañas relaciones”.
Llevó la investigación
Según la información que mantuvo entonces la AUGC (a día de hoy no pueden ampliar la información por el secreto de sumario), la familia sospecha que agentes de la Benemérita dieron coartada al exmarido, que no fue imputado hasta septiembre de 2013 por el Juzgado de Violencia contra la Mujer número 1 de Málaga por un presunto delito de homicidio y de malos tratos habituales, tras reabrirse el caso.
Carrasco recordó que, a finales de 2010, el teniente de la Guardia Civil que llevaba la investigación del asesinato de la joven, fue detenido junto al exmarido en una operación por supuesto tráfico de drogas. “Existen demasiadas coincidencias no esclarecidas”, explicó.
El secretario provincial de la Asociación Unificada de Guardia Civil (AUGC) en Málaga, Ignacio Carrasco, en su comparecencia ante los medios en diciembre de 2013 explicó que la vinculación entre el ahora capitán (por entonces teniente) de la Guardia Civil y el ex marido de la mujer asesinada eran anteriores al fallecimiento y que consistían en que el hombre “contaba con miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) que trabajaban por las tardes en la finca de su propiedad, sin tener la autorización procedente”.
Además, según Carrasco, se sumaba el hecho de que “esos guardias civiles posteriormente se prestaban como testigos en defensa de la ex pareja de Lucía Garrido ante las acciones civiles y penales que ella ejercía contra él por malos tratos”.
Por ello, Carrasco sostenía que “existía una relación de amistad entre el exmarido y un teniente del Seprona, que le había proporcionado un socio para realizar un negocio”.
Por todo ello, desde la AUGC se pedía que “se investiguen en profundidad estas conexiones que no están lo suficientemente aclaradas”.
Según consta en el blog “Justicia para Lucía Garrido”,la mujer “vivía junto con el que era su pareja M. A. H. y la hija de ambos, en la finca los Naranjos de Alhaurín de la Torre . En estas instalaciones ambos mantenían un negocio consistente en venta de animales de compañía, incluidos los exóticos, convirtiendo este negocio en una buena fuente de ingresos para la familia”.
Relata que “con esta actividad y con las estrechas relaciones que mantenía con miembros del Seprona, M. A. H., decide ampliar el negocio y transformarlo en un centro de depósito de animales, destinado a recepcionar, en principio, todos los animales intervenidos en la provincia de Málaga por la Administración; en especial por la unidad del Seprona de la Guardia Civil y Aduanas”.
Denuncias por maltrato
De manera paralela, Lucía presentó varias denuncias por maltrato. “Mientras tanto, las denuncias que Lucía ponía contra su ex pareja iban archivándose una tras otra, pues según ella manifestaba, su ex pareja contaba con el apoyo de algunos miembros de la Guardia Civil que no dudaban en acudir a testificar a su favor y, que se encontraban empleados por él en la finca”, según figura en el blog.
