Dos de los búnkeres situados en el parque Princesa Sofía han sido “asaltados”. Ambos presentan puertas violentadas y una importante presencia de suciedad y restos de basura en el interior. El ayuntamiento, tras ser consultado por este diario, trasladó la situación a la Policía Local.
Un vecino de la zona alertó a VIVA CAMPO DE GIBRALTAR que se había percatado de la presencia de personas que pasaban la noche en la vetusta edificación militar que da a la avenida del Ejército, aprovechando que una de las entradas había sido forzada. También alertó del “consumo de drogas” dentro de dichas instalaciones. Según pudo comprobar este diario en una visita a la zona realizada ayer a primera hora de la mañana, efectivamente una de las dos puertas existentes se encuentra totalmente abierta, dejando entrever con mayor claridad una evidente acumulación de desperdicios.
Es un momento del día en el que se dejan ver los primeros transeúntes: ciudadanos que aparcan en los alrededores, vecinos que pasean a sus perros y personal de la limpieza que realiza su labor en el parque. Uno de los operarios asegura no haber visto “ni drogadictos ni jeringuillas en el año que llevo aquí”. Recordó además que hace como catorce años la situación era muy mala, pero que ahora no es igual, según relató. Cerca de ellos, una mujer pasea a su perro.
Igualmente, cuenta que no ha visto ningún 'okupa' en los búnkeres, pero sí reconoce algo distinto al resto de los días. “Ayer vi una jeringuilla, por eso hoy me he puesto más por esta parte”, dice. Señala a un lugar próximo, donde se ven dos edificaciones de color blanco y azul. “Fue ahí detrás”, añade, no sin desear que “ojalá la cosa siga bien y tranquila como está ahora, porque hace unos años era horroroso pasar por aquí”, confiesa.
A día de ayer no había rastro de la presencia de dicho material. Otro de los búnkeres afectados, el situado en la parte de la calle Gibraltar más cerca a la avenida del Ejército presenta también una entrada “libre”.
En este caso incluso sin rastro de una cancela. El panorama es el mismo: desechos y mugre. La particularidad aquí es que a la entrada del búnker, camuflada en una estructura externa situada debajo del nivel del suelo se encontraba, en la mañana de ayer, varias bolsas con ropa. Otro vecino camina en la otra acera con su mascota.
Preguntado por el hallazgo dice que no le suena, pero indica que hay quien se pone “en el parking de aquí al lado a fumar sus canutos”.