La madrugada del martes al miércoles la Jefatura de la Policía Local de San Roque recibió varias llamadas de vecinos de la calle Molino, en la Estación Férrea, por el ruido de unos motores de embarcación en el río.
Los agentes de guardia se desplazaron hasta el lugar y descubrieron una embarcación, de las utilizadas habitualmente por los narcotraficantes, con tres motores. Estaba subida en una isleta formada en el centro del rio, donde había encallado.
Los ocupantes huyeron en otra embarcación de características similares a la llegada de los policías mientras se esperaba la llegada de una embarcación del servicio de Aduanas, que habían estado persiguiendo en la bahía a ambas lanchas.
Ante la sorpresa de las autoridades, los presuntos narcos volvieron al lugar cuando la orilla estaba rodeada por agentes de la Guardia Civil y de la Policía Local y arrancaron los motores que ya habían quedado fuera del agua con lo que provocaron que se quemaran los motores, tras explosionar en varias ocasiones. Habían regresado a la zona a sabiendas de que los agentes no podían llegar hasta ellos porque estaban en la otra orilla del río.