El poeta Marín Aranda, seudónimo de José Luis López Jiménez, domina el verso castellano y la rima y métrica, el alejandrino y el soneto inglés..., pero en su último poemario "El Patio amarillo", ha ido dejando que entrara un aire más libre en el traje de la palabra para bucear en su memoria, de nombre Algeciras.
Con prólogo de Luis Alberto de Cuenca, poeta, traductor, ensayista y exdirector de la Biblioteca Nacional, "El patio amarillo", publicado por Pigmalión, reúne también los dibujos de Martín Aranda, quien se dedica a la pintura y la poesía desde hace muchos años, desde antes de que abandonara su trabajo como alto directivo de empresas y banca.
"Entonces era empleado de día y poeta de noche", explica a Efe Marín Aranda, una duplicidad de identidades que ha sido común a grandes poetas de la historia como Pessoa, Kafka, o como T.S. Eliot que fue empleado de banca, al igual que José Antonio Muñoz Rojas.
El "El Patio amarillo", título que da nombre al patio amarillo donde nació Marín Aranda, un gran corral en Algeciras, hoy desaparecido, cuyo nombre venía dado por el color de su fachada que daba a la calle, se divide en dos partes.
En la primera parte, el poeta tira del hilo de esta memoria de la infancia; sus paisajes, calles, el verano o las tardes en el puerto, desde donde el poeta escribe: "los hilos del engaño/ se enredan bajo lamas, sentado sobre el dique de aquel puerto/ quería hacerme mayor".
Y una segunda parte con temas universales para la poesía, como el propia hecho de la creación poética, la pintura, el amor, el paso del tiempo, o lo cotidiano como excepcional.
De la primera parte, dedica a Algeciras, Martín Aranda explica en sus páginas que "la felicidad que tenía en esos primeros años de juventud en los que releía los tebeos del Guerrero del Antifaz, del Capitán Trueno y posteriormente de Jabato, contrastaban con el duro trabajo y el infortunio de mucha gente que allí habitaba".
En definitiva, un libro en el que a través de la experiencia y la memoria su autor persigue buscar rescatar el olvido y provocar emoción y reflexión, en palabras del autor que tiene como principal referente a Antonio Machado.
Martín Aranda, poeta y pintor, ha pasado por la Feria del Libro de Madrid, donde ha firmado este último poemario, y su otro título: "Las raíces del tiempo", en el que reivindica la poesía clásica.
En el prólogo del "El patio amarillo", Luis Alberto de Cuenca explica que "Marín Aranda tiene un dominio del verso castellano y de la métrica española clásica digno de subrayarse. "La gente ha ido perdiendo el oído con el 'todo vale' de la posvanguardia y ha olvidado que tradición y modernidad no tienen que ser términos contradictorios".
