Agentes de la Policía Local de San Roque se han incautado de diez fardos de hachís, con un peso aproximado de 300 kilogramos en total, a raíz de la inspección de un vehículo que circulaba por Campamento y en el que sospechaban que se trasladaba droga. El conductor ha sido detenido por un posible delito contra la salud pública.
Según informa la Delegación de Seguridad Ciudadana, que dirige la teniente de alcalde Mercedes Serrano, los hechos tuvieron lugar sobre las 19.30 horas de ayer jueves, cuando un vehículo circulaba por la calle Sevilla de Campamento. Los agentes sospecharon del mismo porque se desplazaba a gran velocidad y porque la zona trasera iba hundida, lo que les hizo pensar de que podría relacionarse con el tráfico de estupefacientes o el contrabando de tabaco.
Los agentes activaron las señales luminosas y acústicas del coche patrulla para que se detuviera. Aunque inicialmente el conductor hizo caso omiso, obedeció cuando se le reiteró la orden. Una vez inspeccionado el vehículo se detectaron diez fardos de hachís, cada uno con un peso aproximado de unos 30 kilos.
Los efectivos policiales procedieron a efectuar la detención del conductor por un posible delito contra la salud pública, confeccionando las diligencias al efecto para su traslado a Guardia Civil, y posterior puesta a disposición judicial.
