Cepsa mantiene su actividad industrial durante la crisis sanitaria, teniendo en cuenta además que el Gobierno de España ha decretado que las empresas del sector químico y energético son ‘esenciales’ para el país, puesto que forman parte de las infraestructuras críticas definidas por el Centro Nacional de Protección de Infraestructuras y Ciberseguridad (CNPIC). En concreto, los productos fabricados en las plantas petroquímicas de Cepsa tienen multitud de aplicaciones en productos necesarios para combatir la enfermedad producida por el Coronavirus, así como para frenar su propagación. Entre estos productos, se encuentran el LAB y el Fenol, de los que Cepsa es el único productor en España. Estos compuestos son materia prima de multitud de productos de la industria farmacéutica, tecnológica y el sector médico entre otros.
El LAB (alquilbenceno lineal), producido en las instalaciones de Cepsa en Andalucía, se emplea como materia prima en la producción de detergentes (textil, lavavajillas, etcétera), que resultan esenciales para garantizar la higiene. Cepsa, compañía líder mundial en la fabricación de esta materia prima con un 15% de cuota gracias a su producción en Andalucía, Canadá y Brasil, ha asumido la responsabilidad de garantizar la disponibilidad del producto ante la necesidad mundial del mismo generada por la crisis sanitaria. Otro producto básico en el actual escenario son los alcoholes de origen vegetal, que Cepsa produce en sus plantas químicas de Indonesia y Alemania. Estos productos, de origen bio, son básicos en el cuidado y aseo personal, detergentes, industria farmacéutica, alimentación, disolventes, cosmética, recubrimiento y ceras, entre otras aplicaciones.
La planta química de Puente Mayorga (San Roque, Cádiz) inició su actividad en el año 1969, con la producción de Alquilbenceno Lineal (LAB). En total integración con la Refinería Gibraltar-San Roque, la planta de Puente Mayorga recibe de la Refinería las materias primas utilizadas en su proceso. Además, fabrica parafinas, base a su vez del LAB, para las plantas de Cepsa no solo en San Roque sino también en Brasil y Canadá. Estos tres centros industriales colocan a Cepsa como líder mundial del sector.
Por su parte, el Fenol, producido también en Andalucía, se utiliza en la fabricación del policarbonato que tienen las camas hospitalarias, así como las mamparas de protección de los establecimientos públicos, respiradores, equipos de oxigenación, gafas de protección para el personal sanitario, termómetros, o los aislantes y elementos de construcción de los hospitales de campaña. De la misma forma, este producto también es necesario en la industria farmacéutica para la fabricación de
principios activos de medicamentos, como antibióticos o aspirinas.
La Acetona es otra de las materias primas básicas para la fabricación de los geles alcohólicos, cuya necesidad también ha aumentado a causa del COVID-19. La Acetona sirve, además, de base para la fabricación de los adhesivos y tintas usados en el etiquetado de las medicinas, así como en la fabricación de vendajes y equipos de protección individual como guantes de nitrilo desechables.
La planta química en Palos de la Frontera (Huelva) se puso en marcha en 1976 con la producción y venta de metilaminas y sus derivados (dimetilformamida y dimetilacetamida). En 1978 comenzó a fabricar productos petroquímicos básicos como cumeno, fenol y acetona y, por último, en 1997, alfametilestireno.
Para poder responder de forma eficiente y responsable a la actual situación de crisis sanitaria sin reducir la calidad que requieren los productos, Cepsa ha puesto en marcha un Plan de Continuidad que contempla un conjunto de acciones en todos los negocios de la Compañía, entre las que se encuentran el incremento de las medidas de limpieza y la restricción en el acceso a todos sus centros. Únicamente acuden a sus instalaciones industriales en España, incluidas las dos plantas petroquímicas, las personas estrictamente necesarias para garantizar la seguridad y la continuidad de las operaciones. La compañía ha definido actividades críticas y el personal imprescindible, designando suplentes para seguir operando. Por su parte, los empleados de oficina están trabajando en remoto desde el inicio de la crisis.
Cepsa está en contacto con las administraciones de los diferentes países en los que opera. Cabe destacar que la planta de Fenol que la Compañía tiene en Shanghai (China) trabaja a plena capacidad desde el inicio de la crisis sanitaria en este país.
La continuidad del ciclo productivo del sector químico es esencial para el mantenimiento del suministro, no solo durante la crisis sanitaria sino una vez superada la misma, por lo que, asumiendo esta responsabilidad, los profesionales de Cepsa continúan trabajando día a día.
Cepsa produce también alcoholes vegetales en sus plantas de Alemania desde 2015 y de Indonesia, donde la producción empezó en 2017.