Un mes después de que comenzase la huelga indefinida ante las puertas de la panificadora Butrón, por parte de 25 trabajadores que conforman la plantilla, por “el incumplimiento de derechos laborales básicos”, nada se ha solucionado. Los trabajadores que están secundado el paro, duermen a la intemperie para “exigir lo que es justo, lo que nos pertenece”, dice uno de los allí presentes. “Dormir aquí en estas condiciones está suponiendo un riesgo de salud para todos, aguantando estas temperaturas tan bajas que estamos sufriendo”.
Un conflicto laboral en el que los trabajadores denuncian que “la empresa sigue con el no por delante”, pese a que los huelguistas convocaron una manifestación a finales de noviembre a la que asistieron unas 300 persona, y después de haberse celebrado un nuevo Sercla, que también finalizó sin llegar a un entendimiento entre ambas partes. El sindicato CGT continúa mostrando el apoyo a la plantilla, este viernes el Secretario General de CGT en España, Miguel Fadrique y el de Andalucía, Miguel Montenegro, se reunirán con los trabajadores para “transmitirles la solidaridad de toda la organización”. Un gesto que “supone el apoyo no solo del pueblo, sino de todo el país”.
Además, al cumplirse ya un mes del inicio de la huelga, el sindicato también ha convocado un calendario de movilizaciones que incluye concentraciones ante los establecimientos suministradores de esta panificadora, ante el Ayuntamiento y frente al mercado municipal, así como varias manifestaciones que recorrerán a ciudad a lo largo de este mes de diciembre.
“Llevamos cuatro semanas durmiendo a la intemperie, ante la negativa de la directiva de cumplir con los derechos de los trabajadores. Pedimos que se sienten a negociar y la readmisión de los despedidos”, sostiene el delegado sindical de CGT, José Mari Guerrero. Una huelga “ilegal, que está poniendo a la empresa en una situación difícil de forma injusta e injustificada”, subrayan desde la panificadora.
Por su parte, los huelguistas, la mayoría son los encargados básicos del proceso de producción, denuncian “malas condiciones laborales”. “Estamos contratados a siete horas y medias y estamos trabajando 48 horas semanales. Estamos cobrando menos que en 2015, y las horas extras ni las vemos”, lamenta el delegado sindical. Además de “los impagos de las horas extras”, subrayan el “incumplimiento del periodo de vacaciones”. “De los 30 días de vacaciones, ellos si quieren te pagan 15 y de allí no te mueves”. Aseguran que la empresa está “tratando de salir del paso, cambiando a los trabajadores que no secundan la huelga de funciones, doblando turnos y poniendo a trabajar a personas que están de baja por paternidad”.