El Partido Popular, encabezada por su presidente, Andrés Núñez, ha comparecido hoy en rueda de prensa para celebrar que “se acabó el linchamiento y el acoso y derribo contra Ernesto Marín, que el viernes se le notificó el archivo de la denuncia interpuesta por Joaquín Muriano después de que quien fue alcalde denunciase una supuesta irregularidad en el Ayuntamiento por parte del equipo de gobierno del PSOE”.
Núñez afirma que “el auto además dice claramente que la actuación de Ernesto Marín se produce cuando realmente no resultaba conforme a derecho dicha compensación económica” en una operación urbanística llevada a cabo en el municipio, con lo que “se demuestra que Ernesto Marín denunció una ilegalidad, que quedó amparada dentro de una ilegalidad administrativa, no penal, pero una ilegalidad del PSOE y Joaquín Muriano, entonces responsable de Urbanismo, al fin y al cabo”.
Así, tal y como recalca Núñez, el juez ha decidido “la absolución de Ernesto Marín por no constituir los hechos ni prevaricación ni malversación de caudales públicos, una obviedad, porque desde el PP de Chiclana siempre hemos actuado con honestidad. Lo que no es lícito son las artimañas de aquellos que lo que no ganan en las urnas intentan destrozar las vidas personales y profesionales de quienes se oponen políticamente y osa llevarles la contraria. Tienen que intervenir desde la secretaría general del PSOE de Cádiz, porque la ciudadanía no tiene que seguir soportando esta forma de actuar que impera en Chiclana y que lidera José María Román, pero que es respaldada por el resto de su equipo”. Contra la decisión judicial cabe recurso, “pero tenemos la sensación de que, si se opta por recurrir, no cambiará nada, por la contundencia del auto”.
Por su parte, Ernesto Marín manifiesta “sentirse muy arropado por el Partido Popular, que me apoyó siempre porque sabe que siempre he hecho todo de la manera más honesta posible. Seguiré con la cabeza alta y pediré al Partido Socialista que traslade que el linchamiento no ha tenido éxito, porque hay que decir que esta forma ruin de actuar ya comenzó en 2006, por órdenes de Madrid, según me confirmó un alto rango socialista, después de que yo decidiese meterme en política y encabezar la candidatura del Partido Popular”.
Marín denuncia que “ha sido una persecución sistemática porque había que eliminar al forastero, porque un día decidí irrumpir en la vida política de Chiclana, tras 30 años del PSOE haciendo lo que le venía en gana”.
De esta manera, el ex alcalde popular ha repasado diferentes asuntos “con los que se ha pretendido acabar conmigo”. En concreto, resalta que “he llegado a localizar hasta nueve casos en los que han querido implicarme para manchar mi imagen”
El primero de ellos se localiza en noviembre de 2007, “con una fotografía que jamás olvidaré, Cándida Verdier y José Vera se plantan en la puerta de la Agencia Tributaria para denunciar que investiguen mis cuentas y que tenía una promotora. Esto pasó, me hicieron una inspección fiscal y no hubo nada”.
Seguidamente, Ernesto Marín recuerda que “me denuncian después porque decían que en la fábrica se hacían obras irregulares. Yo, siendo alcalde, no paré la investigación. Me pusieron una sanción de 4.400 euros desde Urbanismo. Me acogí a mi derecho a defenderme y la justicia me dio la razón y me tuvieron que devolver el dinero”.
La cosa, según reseña, continuó “en agosto de 2011 también dijeron que era incompatible mi cargo con estar en el consejo de administración de la empresa José Marín Verdugo, otro tema que también se solucionó. Y como no encontraron nada, se meten con la empresa, que también pasó satisfactoriamente una inspección de trabajo”.
Tras todo esto, “lo más grave fue el caso Garat, cuando nos acusan a mí y a otros dos concejales de cobrar hasta 46.000 euros de un empresario. Actuó Fiscalía, y no hubo nada. Pero como no le salieron las cosas al PSOE, me acusaron de pagar en negro y no pagar a la Seguridad Social, con declaraciones muy propias de Cándida Verdier, acusándome de ser el Díaz Ferrán de Chiclana. No hubo nada tampoco”.
Igualmente, el ex regidor de Chiclana del Partido Popular rememora “cuando me acusaron de contratar a un asesor de prensa en un procedimiento que no era legal. También lo perdieron. Y de que yo había intentado comprar el Balneario de Chiclana a mi hermano. Cuando entró Manuel Chozas en la gerencia de Emsisa, le invité a rebuscar en la empresa municipal que demostrara que yo intenté hacer eso, pero no encontró nada, porque no ha habido nada”.
La pena del banquillo
En última instancia, Ernesto Marín recupera el caso sobre el que se conoce sentencia ahora, el caso Muriano, “en el que el ex delegado de Urbanismo del PSOE, al que le tengo cierto respeto, me denunció porque dijo que yo tenía que pasar la pena del banquillo. Tengo que decir que no lo he pasado tan mal, porque me sentía absolutamente inocente, porque yo lo que hice fue denunciar un caso que podía conllevar delito y por ese motivo se querella contra mí; una paradoja que no podía conducir más que a lo que ha conducido, el archivo de la causa”.
Finalmente, Marín enfatiza que “siempre he intentado ser honesto en todas las actuaciones y, de hecho, ninguna de las acusaciones ha tenido repercusión judicial ni política. Desde el PP me siento muy apoyado, porque ellos saben que siempre he intentado ser lo más honesto posible. Queda demostrado que Ernesto Marín nunca ha hecho nada ilegal. Ese camino emprendido por el PSOE desde el día que decidí meterme en política se tiene que acabar, porque no sólo ha sido contra mí. Es una pena, pero así ha conducido la política desde 2006 hasta ahora, a través del acoso, derribo y linchamiento de toda aquella persona que se moviera y que le mostrara su oposición”.
