Esto es el fútbol, el mismo que muestra las carencias irreparables de un equipo y, por otro lado, es capaz de hacerlo indestructible al mismo tiempo. Así camina el Sevilla por la Liga, sin encontrarse a domicilio, pero como un verdadero ciclón cuando juega en Nervión.


El sábado, nuevamente, sacó a relucir su cara ‘A’, la que presiona y no se cansa, la que coge el balón y sabe que hacer con el. Esa misma que cuando tiene que jugar fuera no es que no se muestre, sino que ni siquiera hay atisbos de la misma. Ante el Zaragoza todo fue un paseo militar. Infinitamente superior a los de Manolo Jiménez, a pesar de vivir con diez una hora de encuentro. Pero en casa el tiempo siempre corre a favor y cada llegada parece un gol. Con Navas y Negredo como auténticos puñales, con Medel y Kondogbia secando al rival, ni la defensa parece tan mala como cuentan.


Así lo viene contando este Sevilla desde que Unai Emery lidera el banquillo del Pizjuán. Con la llegada del vasco, en la Liga, todos los duelos se cuentan por victoria y, además, restando la logradoa ante el Rayo Vallecano (2-1), el resto fueron cuanto menos placenteras. Así, se impuso frente al Granada (3-0), al Dépor (3-1), al Celta (4-1) y esta última jornada ante los maños (4-0). O lo que es lo mismo, 15 puntos de 15 jugados, añadiéndole a estas destacadísimas cifras hasta 16 goles a favor y sólo 3 en contra.


Si a ello le unimos la competición de la Copa del Rey, el Sevilla continúa imbatido con Emery. Venció al Zaragoza en la vuelta de los cuartos (4-0) y empató a dos frente al finalista, el Atlético de Madrid.
Masticando aún más estos excelentes guarismos, cabe destacar que son ya 10 las victorias que acumula en 14 encuentros ligueros, más 1 empate y tan sólo 3 derrotas. Hasta un 69% de triunfos acumula por un 8% de igualadas y un 23% de fracasos.


Destaca lo goleador que es en Nervión, hasta 31 tantos a favor, sumando de media un gol cada 43 minutos jugados, siendo también el cuarto equipo que más goles anota como local.


Números que reflejan, desafortunadamente para el sevillismo, sólo una de las caras de este equipo, porque si por Nervión fuera el Sevilla sería a fecha de hoy un equipo de Champions League.