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Incapaces y damnificados (1-1)

Los verdiblancos se adelantaron en el marcador pero con superioridad numérica dejaron empatarse en un claro fallo arbitral

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  • Otra vez en la cuneta -

Se agotan los calificativos para describir al Betis. Un equipo sin alma ni corazón que no fue capaz anoche de vencer al Rubin Kazan jugando además con superioridad numérica desde la primera media hora. Los verdiblancos se adelantaron por medio de Dídac pero un error del árbitro propició el empate de Eremenko que transformaría una pena máxima.

Alineación con varios cambios por parte de Calderón. La novedad más destacada sin duda fue la vuelta de Perquis tras cuatro meses de baja.

Inmersos en mitad de la polémica originada en las previas del encuentro y una grada casi desierta, saltaba la sorpresa en el minuto 3 de partido. Dídac Vila, en una jugada individual propia de Leo Messi, tirando hasta dos sombreros a dos rivales de la débil defensa rusa, cruzaba un disparo imposible para el guardameta visitante.

Y es que la noche parecía estar de cara para los béticos, cuando en el minuto 28, una entrada a destiempo de Prudnikov provocaba la expulsión del ariete ruso, dejando al Betis ganando por la mínima y con uno más.

Sin embargo, la incapacidad del equipo de las trece barras es manifiesta; y lejos de sentenciar, el choque viró hacia el lado contrario al bético con el beneplácito eso sí, del árbitro del duelo.

Falta de Lorenzo Reyes fuera del área y el colegiado belga, errando clamorosamente, señalaba la pena máxima que transformaba Eremenko.

Infame envite del bloque heliopolitano que no supo reaccionar hasta el final.

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