Si leyera algunas de mis columnas allá por el mes de agosto o septiembre, la comparación entre la de aquellos tiempos y lo que podría escribir hoy se resumirían en una sola palabra: decepción. Y es que sobre el papel, que es lo que ocurre durante la planificación veraniega y los puntos todavía no han contado, hay muchísimos agentes externos que no tomamos en cuenta. Basados en nombres, alguna estadística, en magnificar lo bueno de cada jugador o técnico y con la incertidumbre del “cuando pase un mes vamos a ser mucho mejores”, se genera esa típica ilusión de cada año. Ya luego el casillero y el verde van haciendo justicia sobre lo que realmente puede aportar este equipo. Y hasta hoy, es muy triste. El presupuesto del Recreativo es lo suficientemente potente y está dotado de un número de aficionados tan alto, que debe estar en la cima de la tabla clasificatoria. Pero no “porque sí”, si no por la responsabilidad que conlleva estar en este club, por lo cerca que hemos visto su liquidación y porque tenemos el ejemplo de otros conjuntos que siempre cumplen. Nosotros, en cambio, hemos sido nulos como conjunto, nos hemos bastado de algunas individualidades que ahora se van apagando y lo que más me duele, es que durante la larga racha de nueve partidos sin ganar, hemos sido indolentes. El Recreativo sin garra, sin esa humildad guerrera, sin ese punto extra que da lo épico, no es el equipo que esperamos.
Llega una nueva ventana de fichajes y en las redes sociales se pregunta con quién te quedarías o a quién darías boleto. No voy a mojarme en lo malo aquí, porque prefiero no hacerlo y por tendencia del equipo podría ser más cruel de lo que la razón dicta. Lo que si diré es que a este equipo lo ha sostenido en defensa Diego Jiménez cuando ha entrado (al principio no era titular) y dos jugadores de ataque que han tenido cada uno su momento: Quiles al inicio de competición y Isi Ros ahora. Los demás, algo fugaz, pero decepcionante a día de hoy por lo que se esperaba de ellos. ¿Es normal que fallen tanto algunos jugadores? ¿Puede ser un problema de base estratégica? No lo sé. Lo que es complicado es repetir la segunda vuelta del pasado ejercicio, por lo que muy bien, excelentemente bien, tenemos que hacerlo para conseguir playoffs. En cualquier caso, creo que se puede recuperar la ilusión este año, aunque no sea luchando por los puestos nobles. Al menos, que pasar un rato en el Nuevo Colombino sea más entretenido. Pero cada vez me cuesta más creer que sea así.
