El portavoz del grupo municipal Ciudadanos, Javier Millán, ha revelado un dato que provoca estupor e indignación: en el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento hay todavía un expediente administrativo pendiente de la emisión de un informe oficial desde el año 1995, tres después de clausurada la Exposición Universal. ¡Veintiún años para informar sobre un expediente! Y aún sigue irresuelto.
Alucinante. Sería para inscribirlo en el Libro Guinness de los Récord como un monumento a la ineficacia si no supusiera un desdoro para la imagen de Sevilla. Ciudadanos, siguiendo la denuncia formulada anteriormente por el Colegio de Arquitectos, ha interpelado oficialmente a la Delegación de Hábitat Urbano, donde le han contestado que actualmente existen 2.774 expedientes pendientes de informes y de que el periodo medio de espera oscila entre seis y ocho meses.
Así pues, invertir, emprender o simplemente realizar alguna actividad en la ciudad es, parafraseando a Larra, llorar. Hay empresas que están pagando desde hace tiempo alquileres de inmuebles en que pensaban abrir un negocio y que se mantienen a la espera de que les llegue un papel con el permiso del Ayuntamiento. ¿Seguirán esperando o se acabarán yendo de aquí? Es una situación kafkiana que no puede permitirse una urbe con 80.000 parados y que necesita que se agilice al máximo cualquier trámite para generar cuanto antes empleo y riqueza. Reza un dicho castrense que la velocidad de la escuadra es la del navío más lento. La intolerable lentitud de Medio Ambiente está condicionando al Ayuntamiento y a toda Sevilla.
