Se acercan nubarrones en el mundo real. A las señales anteriores, esta semana se ha sumado el FMI, que rebaja en dos décimas las perspectivas de crecimiento de España. La buena noticia es que seguiremos creciendo, no estamos en recesión, pero sí parece ya indiscutible que estamos en desaceleración, es decir, creceremos menos.
Eso es un dato frío y difícil de interpretar en términos de nuestro día a día. ¿En qué nos afecta esto? Pues mucho, esta semana la Opinión nos contaba que en Málaga la firma anual de contratos indefinidos ha bajado por primera vez en siete años, y ya solo el 7% de los nuevos contratos tuvo carácter estable. Es decir, está aumentando la precariedad en Málaga. Y eso, naturalmente, sí que nos afecta, y mucho. Más incluso que el pin parental, si me lo permiten. ¿Y qué se está haciendo para prepararnos para otra posible tormenta? Pues de momento nada, a ningún nivel, ni local, ni autonómico ni nacional. Están en otras cosas, y mientras tanto Málaga sigue teniendo una economía dependiente del turismo, y por tanto muy sensible a cualquier convulsión en la Economía mundial.
Si el mundo estornuda, nosotros pillamos el coronavirus. Pero, ¿qué puede hacer la política, local, regional o nacional, para evitar que el mundo estornude? Pues absolutamente nada, los centros de decisión de la Economía están muy alejados de la política, y naturalmente ya es muy tarde para reducir la dependencia del turismo antes de la tormenta. Lo único que pueden hacer ahora mismo nuestras administraciones es ahorrar para poder protegernos cuando llegue el chaparrón. Pero eso es justamente lo que no tienen ninguna intención de hacer, a ningún nivel.
Todos siguen peleando por aumentar su gasto, todos reclaman más dinero al gobierno superior y nadie piensa en apretarse el cinturón más de lo estrictamente obligatorio. Es decir, si llega otra crisis, nos pillará como siempre. Discutiendo, con las arcas vacías y con un Estado cada vez más debilitado y desprestigiado, por culpa de todos. Y eso solo quiere decir una cosa. Con pin parental o sin él, con hotel del puerto o sin él, con gobierno comunista o sin él, como empiece a llover de nuevo, en Málaga nos vamos a mojar, y mucho. Pueden contar con ello.
