Los trabajadores de Osborne y Bodegas Caballero vuelven a concentrarse a las puertas de las bodegas para reivindicar una revisión salarial, con una subida fija del 4% y otra vinculada al IPC ante la falta de acuerdo en el SERCLA entre la representación sindical y la patronal bodeguera Fedejerez. Unos paros totales que continuarán hasta el próximo 30 de septiembre, si no hay acuerdo en la reunión de hoy, con el fin de presionar a la patronal y cerrar un acuerdo antes de verse forzados a una huelga indefinida. Se trata del cuarto intento de acuerdo entre Fedejerez y sindicatos. Tras la reunión, los portavoces de UGT y CCOO comparecerán ante los medios.
Hasta el momento, tal y como expresaba el portavoz de la parte social en la comisión negociadora (CCOO), Manuel Romero, la actitud de la patronal ha mantenido una propuesta salarial "muy lejana a la subida del IPC en 2022" que haría a los trabajadores "más pobres a futuro". Una posición que el secretario provincial Antonio Montoro, desde FICA-UGT, tachaba de "irresponsable" al "cargar la inflación y el IPC sobre los trabajadores".
Por su parte, Fedejerez, lanzaba el sábado un comunicado aclarando que su posición "ha sido y sigue siendo en todo momento de diálogo abierto y transparente con los sindicatos", centrándose en la cuantía de la subida salarial para los años 2021(un 4,0 %), 2022 (un 5,5 %) y 2023 (un 4,0 %); y la cuantía a percibir por sábados, domingos y festivos trabajados -recordando que "los trabajadores percibirían una compensación de 150 euros por día" que no puede exceder más de diez días anuales. Asimismo, asegura que ha hecho “un verdadero esfuerzo para ofrecer la máxima subida posible sin comprometer la viabilidad de las empresas del sector”.