No pudo ser, finalmente. Pilu González no consiguió la ansiada chaquetilla de duelista y fue la primera en ser expulsada de los cuatro finalistas aspirantes al premio de 'MasterChef 11'.
Los nervios y la presión le jugaron una mala pasada en la última prueba de exteriores, que se desarrollaba en uno de los restaurantes de Martín Berasategui, aún partiendo con ventaja por ser la segunda mejor clasificada del reto inicial. Se quedaba así, en teoría, con el plato más fácil de elaborar, gilda con tartar de atún, cuajo de tomate y alcaparras y lomo de merluza a la brasa reposada sobre una cama de espinacas trufadas. Un plato que finalmente se le atravesaba. Pese a contar con 120 minutos para realizar la elaboración, no era capaz de ajustar los tiempos.
La portuense se derrumbaba al ver que las cosas no le estaban saliendo como debían, teniendo que salir a su encuentro Jordi Cruz. Una charla motivacional que puso más nerviosa a Pilu, que veía el gesto del chef al catar el cuajo que había elaborado sin eliminar sin eliminar el "rabito" de la alcaparra, un error humano que amargó toda la mezcla.
Pilu rompía a llorar, no paraba de pensar en su hermano, a quien le había prometido que conseguiría la codiciada chaquetilla. La aspirante quería reconfigurar el plato pero no contaba con el tiempo ya suficiente. "¿Quieres dejar de repetirte eso y centrarte en cocinar? A mí todos los pensamientos que estás diciendo ni me interesan, ni los quiero escuchar. El secreto de tu éxito ahí fue tu actitud y tu fortaleza, justo lo que no estás aplicando ahora", le comentaba el chef.