Secuestrado y sin visos de que dignifique su final, el Vaporcito aguarda un mejor porvenir del que en la actualidad se le está dando. Después de cinco años desde que por última vez, el Adriano III surcó las aguas de la Bahía gaditana para acomodarse en el Varadero Guadalete, o lo que queda de él, escondido tras una reja y maleza muestra con toda su crudeza el paso del tiempo y las consecuencias del hundimiento sufrido el 30 de agosto de 2.011 tras golpear con la bocana del muelle de Cádiz mientras realizaba unas maniobras de atraque.
Las iniciativas por recuperar a todo un emblema han quedado en aguas de borrajas visto lo visto.
El Vaporcito a día de hoy es más un problema de difícil solución que un bonito recuerdo, con un escudo portuense que no encuentra un desenlace satisfactorio a una cuestión que debiera empezar a encontrarlas lo antes posible.
Sanciones
Y es que tras su inundación y tras declararse en 1.999 Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Andalucía, la figura jurídica de protección y mantenimiento ha brillado por su ausencia, tal y como se puede comprobar con toda su crudeza.
Todo ello después que desde las distintas administraciones se elevara las intenciones de salvaguardar y recomponer un emblema que palidece ante la escasez de respuestas ante proyectos lanzados al aire y carentes de sostenibilidad.
Nada más hundirse, el consejero de Cultura en aquel entonces, Paulino Plata, comentó que “por parte del Gobierno andaluz tenemos voluntad de cooperar, como uno más, para ver qué posibles soluciones se pueden adoptar”.
Y es ésta, la que comprobando la falta de compromiso de unos y otros, es el que pretende, ahora, agilizar su obligación de hacer cumplir con esta declaración de Bien de Interés Cultural.
Lo cierto es que en la actualidad la propiedad de la motonave por parte de Alberto Ramos y bajo tutela de la empresa Motonaves Adriano, ya ha sido expedientada por parte del Gobierno andaluz, ante la inacción con la que se ha encontrado con el paso de los años y el deterioro que viene sufriendo.
