La covid-19 obligó a anular el congreso de móviles de Barcelona en 2020 y condicionó su celebración el año siguiente
El rey ha inaugurado este lunes junto al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la edición del Mobile World Congress de Barcelona en el que sus organizadores esperan una asistencia que evidencie la recuperación económica.
Después de la cena organizada la víspera en la capital catalana como previa a la apertura oficial del Mobile, gran parte de las autoridades presentes en ella han vuelto a coincidir en la inauguración.
Entre ellas, Felipe VI, Sánchez y Aragonès, quien al igual que en otras ocasiones y de la misma forma que en la cena del domingo, eludió estar en la línea de saludo inicial al jefe del Estado a su llegada a recinto de la Fira de Barcelona.
El monarca fue recibido a su llegada por Sánchez, la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; la ministra de Industria y Comercio, Reyes Maroto; la delegada del Gobierno en Cataluña, María Eugenia Gay; la alcaldesa de Hospitalet y presidenta de la Diputación de Barcelona, Nuria Marín; el presidente de la Fira, Pau Relat; y el consejero delegado de GSMA, John Hoffman.
Tras los saludos iniciales, Sánchez y el rey conversaron a solas durante unos minutos antes de acceder al interior de uno de los pabellones de la Fira, en cuyo interior se encontraban ya Aragonès y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.
Sí hubo en ese momento un saludo con ellos del rey así como de Sánchez antes de asistir a una reunión con responsables de empresas que participan en el congreso para informarles de algunas de las principales novedades que se presentan en esta edición.
Entre ellas, varias relacionadas con el 5G, tecnología financiera, inteligencia artificial ética y monitoreo remoto de pacientes.
Con posterioridad hubo una foto de familia de los asistentes a la reunión, pero a diferencia de años anteriores no hubo recorrido por algunos de los espacios del Mobile ya que los organizadores recomendaron evitarlo debido a la pandemia de coronavirus.
La covid-19 obligó a anular el congreso de móviles de Barcelona en 2020 y condicionó su celebración el año siguiente, por lo que se espera que esta edición suponga un impulso para recobrar la normalidad aunque no se alcanzarán las cifras de asistencia pre-pandamia.
La patronal de la industria móvil GSMA espera que acudan a la mayor feria tecnológica del mundo entre 40.000 y 60.000 personas, que se genere un impacto de 240 millones de euros en la economía barcelonesa y su área de influencia, y que haya 6.700 empleos temporales.
Esta 17 edición del Mobile tiene como lema "Conectividad desatada", con el que se pretende mostrar también la voluntad del sector de relanzarse tras la pandemia.
Sobre el Mobile sobrevuela la situación que vive Ucrania tras la invasión por parte de Rusia, hasta el punto de que la GSMA decidió dejar a este país sin pabellón propio en el congreso tras las sanciones derivadas de la intervención militar ordenada por Vladimir Putin.
El ataque a Ucrania protagonizó también la cena previa a la inauguración del congreso, y el rey, Sánchez, Aragonès y Colau unieron sus voces para condenar el ataque a la soberanía nacional y la integridad territorial de Ucrania.
Tras la reunión de las autoridades con algunas de las empresas participantes, el rey visitó un espacio en la feria de la Fundación Princesa de Girona para mantener un encuentro con un grupo de jóvenes.
Posteriormente ofrecerá un almuerzo en el Palacio Albeniz al que asistirán, entre otros, Calviño, máximos responsables del GSMA y de empresas como Telefónica o Vodafone, y la consejera general de Telecomunicaciones de Estados Unidos, Jessica Rosenworcel.
Un encuentro para abordar también las expectativas del sector tras la superación de la pandemia de coronavirus.
Sánchez, que en esta jornada celebra su 50 cumpleaños, no estará presente en ese almuerzo porque regresa a Madrid tras mantener dos entrevistas.
Una de ellas con el director ejecutivo de Qualcomm, Cristiano Amon, y otra con ese mismo cargo directivo de Amazon Web Services, Adam Selipsky.
Horas antes también se reunió en Barcelona con un grupo de consejeros delegados de empresas tecnológicas.