Eal relevo de Carmen Pedemonte en el Partido Popular de San Fernando es un paso necesario y no porque la presidenta local tenga a sus espaldas las firmas del tranvía o algunos aspectos del pacto con los andalucistas que le puedan restar votos, sino simple y sencillamente porque es algo natural que cuando un partido toca techo con una persona al frente, se proceda a un relevo -generacional o no- que permita aspirar a cotas más altas. No obstante, nadie va a escuchar a estas alturas que un político se decante abiertamente por ocupar un puesto o ceder el propio, porque esas cosas tienen los tiempos marcados en función de las estrategias del partido. Es ahí donde hay que enmarcar las respuestas de Daniel Nieto y Carmen Pedemonte a la pregunta sobre la sucesión. No es tiempo de hablar ni siquiera de lo evidente y mucho menos si el tiempo real permite todavía algunos movimientos que podrían incluso parar de plano algunos movimientos obvios. No muchos.