Así lo aseveró el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Manoucher Mottaki, después de que una alarma encendida el martes por el Comité Internacional en contra de la Lapidación desatara una nueva oleada de protestas y condenas a nivel mundial.
El jefe de la diplomacia iraní habló por teléfono con su homólogo francés, Bernard Kouchner, a quien aseguró que el “veredicto final” no ha sido “pronunciado por la justicia iraní” y que las informaciones en torno a su supuesta ejecución “no corresponden a la realidad”.
“Su expediente sigue su curso en los tribunales provinciales”, agregó Sharifi, citado por la agencia oficial de noticias local Irna.
Las declaraciones del régimen no han convencido al citado comité.