La Comisión de Planificación tratará las objeciones a un plan aprobado en diciembre para edificar 652 apartamentos en la colonia judía de Pisgat Zeev, al noreste de Jerusalén, territorio ocupado por Israel desde 1967.
De ser descartadas las reservas presentadas, el proyecto de las 652 viviendas recibirá de hecho la luz verde.
El diario Yediot Aharonot informa de que la sesión estaba prevista para hace dos semanas y que fue la Oficina del Primer Ministro la que pidió postergarla debido al viaje que éste tiene previsto hacer a EEUU esta noche.
Un viaje decisivo en el que Netanyahu buscará una salida al estancamiento del proceso de paz en Oriente Medio a sólo tres meses de que los palestinos pidan el reconocimiento de la ONU a un Estado.
Pero el remedio ha sido peor que la enfermedad, sugiere hoy el diario Yediot Aharonot al denunciar que "se ha convertido en norma" que cada vez que un primer ministro israelí viaja a Washington, o un alto dirigente estadounidense visita Israel, la comisión de Interior estudia o aprueba proyectos de construcción en zonas ocupadas de la ciudad.
Al menos 250.000 israelíes viven en distintos barrios de Jerusalén construidos más allá de la frontera del 1967, y por tanto son considerados por los palestinos y por la comunidad internacional tan asentamientos como los que hay dispersos por Cisjordania.
En 2010 la aprobación de un proyecto de construcción de 1.600 viviendas en otro barrio judío en la parte este de Jerusalén provocó la peor crisis en décadas entre los dos países, y a ello le siguieron otros dos casos.
Ayer, con vistas al crucial viaje a Washington, comentaristas locales sugerían en distintas columnas de opinión y programas de televisión que el primer ministro "no es realmente quien gobierna", sino que va "a la deriva, atado de pies y manos, empujado por los intereses de sus socios en la coalición parlamentaria" que le apoya.
El Ministerio del Interior está encabezado por el ultraortodoxo Eli Yishai, del partido Shas, que se opone tajantemente a la suspensión de la construcción judía en Jerusalén Este y en las colonias de Cisjordania.
El Ministerio responde al diario que al fijar la nueva fecha de la reunión de la comisión "nadie pidió aplazarla".