¿Es la primera vez que actúa en el festival Territorios?
-Sí y, además, tengo unas ganas enormes. Actuar en Sevilla siempre es especial. En el año 1993 Juan Pedrosa, amigo y organizador de territorios, me incluyó como telonero de B. B. King pero éste no aceptó. Ahí se frustró mi primera participación en el festival.
Pero su relación con B. B. King es ahora completamente distinta, ¿no?
-Pasado un tiempo firmé por MCA Music, que casualmente era la compañía de B. B. King, y en ese momento el director me dijo que le enviaría algo de mi música para que la escuchara. Yo le di el disco de El Blues de la Frontera de Pata Negra y una grabación casera con un tema suyo y mi guitarra acompañando. Al poco tiempo King quería conocerme y tocamos juntos en su estudio.
¿Qué nos va a ofrecer en Territorios?
-Del nuevo disco tocaremos cinco o seis temas. Uno de ellos será una versión de una canción de Eric Burdon llamado White Houses. Lo demás será un repaso a mi discografía con Pata Negra y en solitario. Además habrá sorpresas.
Háblenos de su nuevo disco. ¿Por qué ‘Medio hombre, medio guitarra’?
-Pedro Rivera, un gran amigo mío, me envió varias letras de canciones. Esa me llego al alma, me vi reflejado y por eso le puse ese nombre al disco.
Después de más de 30 años de carrera musical, ¿por qué se ha decidido ahora a producir su disco?
-El disco está producido por mi hijo Mundy y por mí. Considero que he llegado a mi madurez personal y profesional. Antes necesitaba a alguien para dirigir mi banda pero ahora me siento capacitado para hacerlo yo.
¿Tiene más sabor a Raimundo que los demás discos?
-Es bastante menos comercial. Intenté huir de las superproducciones para conseguir un sonido más personal. Es un disco menos digital, con menos ‘reverb’ y muchos menos efectos, en definitiva, más analógico.
Vamos, que es como un hijo más,¿ no?
-¡Si! Es como un hijo más, pero nacido con cesárea, (risas).
El disco tiene bastantes colaboraciones. ¿Qué hace Matt Bianco con Raimundo Amador?
-Me encanta Matt Bianco, sobre todo sus metales y su fuerza. Mi amigo Jesús Bola desde su estudio le envió una maqueta mía para que la escuchara. Al poco tiempo la devolvió pero introduciendo su voz y una nota que decía que quería venir a Sevilla a cantarla conmigo.
¿Y la colaboración con Antonio Vega?
-Yo no conocía a Antonio pero mi batería, Angye Bao, también tocaba con su banda. En un pueblo de Ávila en el que coincidimos tocando los dos grupos, Angye me dijo que fuera a verlo. Lo hice y me invitó a subir al escenario a tocar un tema con él. La amistad saltó de inmediato y de ahí su colaboración, que en realidad es una bulería por Led Zeppelin.
¿Cómo van las ventas del disco?
-La crisis influye en todo. Sé que no recuperaré todo lo invertido sólo con la venta de discos pero estoy muy satisfecho. Intentaremos rentabilizarlo con la gira y los directos.
¿Se está difundiendo el disco de la manera tradicional o está utilizando las redes sociales?
-Una mezcla de ambas, se vende de manera tradicional pero también a través de internet y las nuevas tecnologías. También está en Spotify.
¿Tiene facebook?
-No. Es mi hijo el que tiene un facebook con mi nombre y me tiene loco.
¿A algunos de sus hijos le ha picado el gusanillo de la música?
-Raimundo, Carmen y Encarni ya hacen sus cosas, los tres participan en el disco. Además está mi nieto, Francisco Bermúdez, que con sólo tres años participa en dos canciones y sale en los créditos. Le llamamos ‘El Pata Negra’.