Tras el accidente en la central japonesa de Fukushima
Los líderes de Japón, China y Corea del Sur acordaron este domingo cooperar para que sus centrales nucleares sean más seguras, después del accidente en la central japonesa de Fukushima, el más grave en los últimos 25 años. Ese compromiso fue el más sólido con el que se saldó la cumbre trilateral que se celebró hasta este domingo en Tokio.
Para evitar la repetición de un accidente atómico similar, el primer ministro nipón, Naoto Kan, su homólogo chino, Wen Jiabao, y el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, se comprometieron a que sus expertos nucleares colaboren más estrechamente, compartan más información en lo referente a normas de seguridad y a preparación y respuesta en situaciones de emergencia.
Para estas situaciones, los tres países contemplarán la posibilidad de realizar notificaciones más rápidas o de lograr un mayor intercambio de datos que, por ejemplo, ayuden a pronosticar las trayectorias de las corrientes de aire que puedan contener radiación.
Los líderes de los tres países de Asia Oriental se mostraron de acuerdo en que la energía nuclear "continúa siendo una opción muy importante para muchos países", a la vez que destacaron que la seguridad debe ser un requisito previo para su desarrollo, según su declaración conjunta que publicó la agencia nipona Kyodo.
El apoyo a la energía atómica no impidió que los tres países reconocieran la importancia de potenciar las renovables, lograr una mayor eficiencia energética y reducir su dependencia de las centrales nucleares.
También destacaron la importancia de basarse en pruebas científicas para certificar, en caso de accidente nuclear, la seguridad de los productos que intercambien las tres economías.
Tras el comienzo de la crisis, China y Corea del Sur han bloqueado alimentos japoneses en sus aduanas argumentando que podían contener materiales radiactivos, aunque el primer ministro chino, Wen Jiabao, anunció hoy que su país relajará estas trabas para algunos de ellos, ya que Tokio está demostrando que son seguros.
China, dijo, levantará la prohibición de importar productos alimenticios de las provincias de Yamanashi y Yamagata, aunque seguirá sin permitir la entrada de comida procedente de otras 10 provincias niponas.
También continuará pidiendo certificados de inspección radiactiva a los lácteos, el pescado y las verduras que vengan del resto de Japón.
En este sentido, Kan aseguró que la visita ayer de Wen y Lee a Miyagi y Fukushima, donde la crisis aún sigue abierta, "ha sido la manera más efectiva de demostrar al mundo que Japón es seguro y que la comida procedente de Japón también lo es".
El primer ministro nipón les agradeció en varias ocasiones haberse desplazado a dos de las provincias más devastadas por la catástrofe para mostrar personalmente su apoyo a los afectados.
Durante el encuentro los tres mandatarios también hablaron de reforzar sus esfuerzos conjuntos para prevenir y mitigar los efectos de los desastres naturales, y Wen Jiabao propuso organizar durante la segunda mitad de este año un simposio sobre terremotos entre países de Asia oriental.
También decidieron tratar de concluir antes del fin de 2011, un año antes de lo previsto inicialmente, el análisis previo sobre un posible tratado de libre comercio trilateral, lo que facilitaría el comienzo de negociaciones oficiales.
Por último, Kan, Wen y Lee expresaron su preocupación por el desarrollo del programa atómico de Corea del Norte y su deseo de retomar el diálogo a seis bandas para la desnuclearización del régimen de Kim Jong-il, aunque estuvieron de acuerdo en que hace falta un ambiente más propicio para retomar las negociaciones.
En ningún momento de la cumbre se hizo mención explícita al viaje que el líder norcoreano está realizando desde el viernes a China, donde se desconoce si se reunirá con el presidente Hu Jintao.
La reuniones de este tipo entre los líderes de los tres países asiáticos se vienen celebrando cada año desde 2008 y está previsto que la próxima sea en China el año próximo.