Un portavoz del Ministerio alemán de Agricultura y Defensa del Consumidor anunció hoy que el Instituto Federal de Evaluación de Riesgos ha determinado que esa peligrosa cepa de la bacteria se encontraba en una partida de brotes procedentes de una empresa de la Baja Sajonia.
Se trata de una granja de cultivo biológico de la localidad de Bienenbüttel, en el distrito de Uelzen, en la que varias empleadas contrajeron la enfermedad hace varias semanas y que suministró sus productos a varios restaurantes, entre cuyos clientes se registró un elevado número de enfermos, así como a supermercados.
El portavoz ministerial señaló que los contraanálisis del Instituto Federal de Evaluación de Riesgos confirman los realizados anteriormente por las autoridades sanitarias del estado federado de Renania del Norte Westfalia, que este viernes localizaron el foco infeccioso.
"Los resultados de los laboratorios son una pieza importante en la cadena de pruebas para determinar que los brotes crudos son la fuente fundamental de las infecciones de 'E. coli' de las últimas semanas", señalaron desde el Ministerio.
Las semillas germinadas en forma de brotes que dieron positivo fueron halladas en la región de Bonn, al oeste del país, en la basura de una familia en la que dos miembros enfermaron tras ingerir esa verdura.
Desde que, a comienzos de mayo, se registraron los primeros casos la infección ha afectado en Alemania a mas de 2.800 personas, de las que 32 han fallecido y más de 700 han sufrido el peligroso síndrome urémico hemolítico (HUS) que puede llegar a causar daños renales y cerebrales irreparables.
Las autoridades sanitarias alemanas advirtieron hoy también de que la amenaza de la variante letal de la bacteria "E. coli" persiste pese a haberse localizado el foco de la infección en la granja de Baja Sajonia.
Aunque las sospechas del Instituto Robert Koch sobre el origen del agente patógeno se han visto confirmadas, "persiste el peligro de infección por contacto físico", señaló hoy un portavoz del ministerio de Asuntos Sociales del céntrico estado federado de Hesse.
Fallos de higiene en la cadena alimenticia pueden conducir a nuevos brotes de la peligrosa variante O104 de la bacteria "E. coli", advirtieron desde dicho Ministerio, que hizo un llamamiento a la prevención y al mantenimiento de las normas de aseo.
Las autoridades sanitarias alemanas levantaron este viernes la alerta sobre pepinos, lechugas y tomates crudos, pero mantuvieron la recomendación de no consumir semillas germinadas por considerarse que son el origen de la grave infección.
Las sospechas sobre tomates, pepinos y lechugas desaparecieron ayer al informar los expertos del Instituto Robert Koch que, con toda probabilidad, el foco de la infección son las semillas germinadas de una granja ecológica de Baja Sajonia.
"Los ciudadanos pueden volver a comer sin miedo pepinos, tomates y lechugas desde ahora mismo, siempre que guarden las debidas medidas de higiene", recalcó la ministra de Agricultura, Ilse Aigner, en una comparecencia ante los medios en el Parlamento, inmediatamente después del anuncio de los expertos.
Desde el 25 de mayo, cuando el Instituto Robert Koch recomendó no comer esas verduras crudas, tales hortalizas habían quedado prácticamente proscritas de muchos supermercados del norte del país.
Un día después de lanzarse la alerta general, las autoridades de Hamburgo -epicentro de las infecciones- concentraron las sospechas en los pepinos españoles, tras detectarse una partida potencialmente infectada de una peligrosa y desconocida cepa de la bacteria.
La alarma sobre los productos españoles se levantó días después, pero persistió la recomendación de no consumir pepinos, lechugas ni tomates crudos fuera cual fuera su procedencia, lo que derivó en daños multimillonarios para el sector agrícola español y alemán, pero también del resto de Europa.