Este testigo, que fue una de las personas que llamó al servicio de Emergencias 112, ha ratificado la declaración que prestó ante la Guardia Civil, cuando dijo que el día de los hechos, el pasado 28 de mayo, circulaba sobre las 22,25 horas por la carretera A-8002 en un tramo conocido como Barranco Hondo, cuando un vehículo "de similares características" al de Ortega Cano le adelantó tanto a él como a una furgoneta blanca que circulaba delante "a gran velocidad", todo ello en un tramo de carretera situado en curva y donde está prohibido adelantar al existir línea continua.
No obstante, y después de que este mismo lunes le hayan sido mostradas distintas fotografías del vehículo del exmatador de toros --imputado por un delito de homicidio imprudente y dos contra la seguridad vial--, este testigo ha reconocido "sin lugar a dudas" que el vehículo que le adelantó es el mismo que el de Ortega Cano, concretamente un Mercedes, según han apuntado fuentes del caso.
Por su parte, otro testigo que ha comparecido en el Juzgado de Instrucción número 9 de Sevilla ha explicado que el día de los hechos circulaba en su todoterreno justo detrás del vehículo que conducía la víctima, concretamente a unos "50 o 60 metros", a una velocidad de entre 80 y 90 kilómetros por hora, y ha estimado que la víctima debía circular a la misma velocidad, que se sitúa dentro de los márgenes permitidos en la referida vía.
ORTEGA CANO CIRCULABA "MUY RÁPIDO" Y CON LAS LUCES LARGAS PUESTAS
Tras ello, este testigo ha relatado que vio venir de frente el Mercedes conducido por Ortega Cano, que iba "muy rápido" y con las luces largas puestas. Asimismo, ha puesto de manifiesto que la víctima no pudo hacer nada para evitar la colisión, mientras que él, por su parte, pudo frenar a tiempo y evitó colisionar con el motor de uno de los vehículos implicados, que salió disparado tras el accidente, han recordado las mismas fuentes.
Una vez han concluido las declaraciones, el letrado del extorero, Enrique Trebolle, ha resaltado en declaraciones a los periodistas la importancia de la declaración del testigo que dice que Carlos Parra circulaba a 80/90 kilómetros por hora, ya que "contradice" el informe realizado por el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil de Madrid, según el cual la víctima circulaba a 50 kilómetros por hora en el momento de la colisión.
"O dice la verdad el testigo, o la dice la Guardia Civil", ha puntualizado el letrado del ganadero, quien ha aseverado que, por este motivo, "también podría haber algún error" en el dato según el cual el imputado iba a 125 kilómetros por hora.
LA CIRCULACIÓN TEMERARIA "SE DESVANECE"
Respecto a la declaración del segundo de los testigos, que dice que Ortega Cano le adelantó "un minuto antes" del siniestro, Trebolle ha ironizado afirmando que la zona en la que supuestamente se produjo el doble adelantamiento "está situada a casi cinco kilómetros" del lugar del siniestro, "por lo que tendría que ir a 300 kilómetros por hora, como Fernando Alonso en Indianápolis".
El letrado del extorero, que ha considerado que este testigo "está flaqueando en su versión", porque el adelantamiento "pudo ser en ese sitio o en otro", también ha destacado que, según el mismo testigo, el adelantamiento se llevó a cabo cuando no venía ningún otro vehículo de frente, "por lo que no puso en concreto peligro la vida de los demás y la circulación temeraria se desvanece".
El abogado, que ha hecho un llamamiento público para que el conductor de la furgoneta blanca a la que Ortega Cano supuestamente habría adelantado en esta zona conocida como Barranco Hondo acuda a declarar, ha solicitado al juez instructor la declaración de cinco testigos al objeto de demostrar que el ganadero no ingirió bebidas alcohólicas el día de autos.
EL JUEZ ACUERDA QUE LOS VEHÍCULOS NO SEAN DESTRUIDOS EN TRES MESES
En concreto, ha pedido la testifical del director comercial de la finca del extorero, que estuvo con Ortega Cano hasta las 17,00 horas, y otras cuatro personas que coincidieron con el imputado en distintos establecimientos hosteleros, entre ellos la dependienta que le ofreció una copa de cava y otro testigo que permaneció con el ganadero hasta cerca de las 22,00 horas.
Por último, el juez instructor ha dictado un auto en el que estima la petición realizada por la representación jurídica del exmatador de toros y acuerda que los vehículos implicados en el siniestro, tanto el de Carlos Parra como el de José Ortega Cano, no sean destruidos en un plazo temporal de tres meses, lo que, a juicio de Trebolle, "permitirá que podamos contradecir lo que dice la Guardia Civil".