La parte del juicio por la muerte y desaparición de Marta del Castillo dedicada a la exposición de pruebas finalizó ayer con la escucha de once pinchazos telefónicos realizados a los acusados. En estos pinchazos se reprodujeron fragmentos de conversaciones entre Francisco Javier Delgado y su hermano Miguel Carcaño, en las que Delgado le indicaba a Miguel cómo debía actuar y lo que tenía que decir, hasta que el asesino confeso fue detenido, momento en el que Delgado manifestó a un amigo que se sentía “engañado”: “Estoy que no me lo creo todavía.
Por lo visto todo pasó antes de las doce, cuando llegó la canija -en relación a María García-”.Los pinchazos comenzaron el 3 de febrero de 2009. Entonces, Carcaño señala a su hermano que tiene “una presión encima”. Delgado, como figura de referencia para Miguel, tal y como indicaron el martes los forenses, dice a su hermano que se “intente relajar”: “Tú no has hecho nada. Intenta no mirar las noticias. Si llegado el momento hay que emprender alguna acción legal, se hará”.
Al día siguiente, cuando Carcaño le informa que la Policía había registrado el piso de Camas, Delgado le dijo “paciencia; no hay nada que buscar porque no hay nada que encontrar”. Pero esta calma se tornó en ansiedad para ambos cuando el 5 de febrero la Policía volvió a llamar a Carcaño para preguntarle por la silla de ruedas, momento en el que Delgado instó a Miguel a que estuviera tranquilo: “Tú no has hecho nada, di lo que has dicho siempre”.Una vez que Carcaño fue a declarar ante la Policía el 6 de febrero y que se mostrase asustado tras hablar, Delgado le comentó “tú no puedes decir lo que no has hecho por mucho que te pregunten. No va a haber más colaboración, voy a coger a un abogado”.
Por último, se escuchó una llamada de Samuel a su madre desde la cárcel en la que le dice: “El hermano de Miguel está involucrado, el enano -el Cuco- dice que se quedó limpiando el piso”. Una vez concluidas las pruebas testificales y documentales, la semana que viene se procederá a la lectura de las conclusiones finales de las partes, así como a la última palabra de los acusados para que el miércoles el juicio quede visto para sentencia.
Delgado se encaró con el tío de Marta
El martes, después de que el taxista dejara a Delgado sin coartada, el hermano de Carcaño abandonó su habitual serenidad y se encaró con el tío de Marta para decirle “¿qué pasa, qué pasa?”. Además, ayer acudió a la Audiencia sin cubrir su rostro, sólo con gafas.
Una cinta sitúa a Delgado sólo 17 minutos en la casa de su ex
Tal y como adelantó ayer este periódico, la nueva línea de investigación que seguía la Policía, de la que repetidas veces había hablado aunque sin dar detalles el padre de Marta del Castillo, finalemente resultó infructuosa, ya que se trata de una grabación borrosa que no se ha podido entregar al juez del caso.
La cinta, de las cámaras de seguridad del portal de la casa de la exmujer de Delgado, muestra cómo éste llega a la casa a las 21.00 horas y que se marcha tan sólo 17 minutos después -no a las 23.30 horas como el acusado dice-, con lo que podría haber estado perfectamente en el piso de León XIII a las 21.30 horas del 24 de enero de 2009, momento crucial en los hechos, ya que, según las acusaciones, Delgado habría participado en la limpieza de la casa y preparado todo para el traslado del cuerpo en la madrugada.
“Al estar borrosa no se ha podido presentar como prueba, pero hay amigos de Delgado que confirman que es él por los andares. Aunque no sirve porque no se le ve la cara”, dijo Antonio del Castillo.
Los síntomas de la familia se volverán crónicos
El tribunal también escuchó ayer a la última testigo del caso, la psicóloga que trata a la madre y a las dos hermanas pequeñas de Marta del Castillo, que en la actualidad continúan con terapia. La especialista indicó que Eva Casanueva padece estrés, insomnio, agotamiento físico y mental, depresión y la imposibilidad de elaborar el duelo, que se convertirá en “crónico”, así como sus síntomas, si finalmente no se encuentra el cuerpo.
“Cuando termine el juicio tendrán una enorme sensación de vacío e incluso pueden aparecer otros síntomas”, dijo.De la hermana mayor explicó que tuvo miedo a salir a la calle y que sufrió fracaso escolar. “Las dos han sufrido la ausencia física y emocional de sus padres, que han estado en su propio dolor e inmersos en un proceso judicial y mediático”, finalizó.
“Sabían que les estaban escuchando”
Los padres de Marta del Castillo han querido dejar claro que los acusados sabían que tenían los teléfonos pinchados porque en sus conversaciones “nunca daban datos”, al mismo tiempo que han remarcado que Delgado le indicaba lo que tenía que hacer a Carcaño.
“Ha sido muy duro escuchar a este sinvergüenza marcándole las pautas al hermano, que lo único que tiene en la boca es el ‘vale, vale, yo hago lo que tú me digas”. “Está claro que Delgado induce a Carcaño como si fuera una marioneta porque es más cortito que un búcaro, muy simplón y no puede hacer nada por sí mismo”, señaló Del Castillo, que espera que se cumplan “las sentencias íntegras”, sin “beneficios penitenciarios”.