Con ritmo rápido y sin descanso las obras de la Torre Pelli, que ya han alcazado la planta trece de las 43 que incluye el proyecto, continúan avanzando mientras se espera que la Unesco o el Gobierno español hagan público el informe sobre su posible afección o no al conjunto patrimonial de la ciudad.

Una de las muestras de que el proyecto de la promotora Puerto Triana sigue adelante, al margen de la tramitación del expediente de los expertos de la Unesco, es la adjudicación de la instalación de la fachada y del revestimiento de la torre al Grupo de Empresas Emiliano e Hijos, con sede en el municipio toledano de Cebolla.Estrumaher, una de las filiales del grupo manchego, será la encargada de realizar los trabajos de fabricación y de instalación de la piezas de la fachada que, con un presupuesto de cerca de 20 millones de euros -el coste total del proyecto está cifrado en más de 300 millones-, está previsto que se inicie en marzo de 2012 para concluir en marzo de 2013, fecha para la que el rascacielos estará ya completamente terminado.

La adjudicación del proyecto tuvo lugar a principios de noviembre, cuando el grupo tuvo cerrados todos los flecos y tras imponerse en la fase final de la elección a una firma suiza y a otra portuguesa. Durante los doce meses que dure la obra, Emiliano Madrid e Hijos trasladará a Sevilla una media de 150 personas de su propia plantilla, aunque también contará con trabajadores hispalenses para cosas puntuales.

La empresa toledana, consolidada en el mercado fachadista nacional e internacional, es la autora de los revestimientos de tres torres en Riyadh (Arabia Saudí), y de las fachadas del Museo Reina Sofía y de la terminal T4 de Barajas, entre otros trabajos.

Vidrio, aluminio, acero y cerámica

La Torre Cajasol será el único rascacielos en el mundo en el que se combinen en su fachada piezas elaboradas en vidrio, aluminio, acero y cerámica, así como un sistema modular entre forjados. Ç

Espadas insta a Zoido a “tomar decisiones” acerca de la torre

El portavoz del Grupo Socialista en el Ayuntamiento, Juan Espadas, señaló ayer que el “momento de decisión” en lo que se refiere a la construcción de la Torre Cajasol fue anterior a la nueva corporación. En este sentido, considera que el actual alcalde, Juan Ignacio Zoido, “no tiene nada claro” con respecto a este tema. A su juicio, el actual regidor lo único que ha hecho ha sido generar dudas “queriendo contentar a todo el mundo”.

Por ello, Espadas insta a Zoido “a tomar decisiones” en calidad de alcalde y no de jefe de la Oposición.Espadas vería bien la fórmula intermedia de recortar la altura de la torre “si el gobierno es capaz de negociar con Cajasol”.

Por otro lado, el delegado del Real Alcázar y primer teniente de alcalde, Javier Landa, no cree que los monumentos pierdan el sello de Patrimonio Mundial por la afección de la torre y animó a “conjugar” historia y futuro.“Sevilla es una ciudad que puede conjugar su historia sin que ésta sea puesta en peligro con el futuro”, dijo.