En una entrevista con RNE recogida por Europa Press, Griñán ha querido dejar claro que Andalucía es una comunidad "solvente", con unas cuentas transparentes y rigurosas, al tiempo que la Junta contabiliza todas las obligaciones y paga las nóminas, incluidas las pagas extras, y a las farmacias o a los colegios, algo que no ocurre en otras comunidades autónomas. "Debe haber algún empeño para decir que Andalucía tiene problemas de pago, pero tiene los que puede tenerse en una situación de crisis, aunque en menor cuantía porque Andalucía tiene un nivel de endeudamiento inferior a la media de las comunidades", ha indicado.
Ha apuntado además que la Intervención General de la Junta es un órgano independiente que aplica la ley y lo que hace es aplicar las facturas al periodo correspondiente de acuerdo con las normas de cierre de ejercicio.
Preguntado sobre la propuesta dada a conocer por el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, sobre la posibilidad de perseguir por la vía penal a los políticos que gasten más de lo adjudicado, ha manifestado que el Partido Popular "tendría a toda la gente en la cárcel".
Para Griñán, el problema viene más de no decir aquello que se ha gastado en la contabilidad pública u ocultarla, algo que ya está tipificado en el Código Penal.
CONTRADICCIONES
De otro lado, ha puesto de manifiesto las "contradicciones" entre los ministerios de Economía y de Hacienda y la "escasa capacidad" de coordinar el área económica, lo que hace que nos estemos encontrando con sorpresas un día sí y otro también. Ha señalado que el Gobierno tiene en la mano hacer ya unos Presupuestos Generales del Estado, si bien el "problema es que se ha empeñado en hacerlo después de las elecciones andaluzas".
Asimismo, ha reprochado al Ejecutivo Nacional que todavía no haya explicado el recorte de 9.000 millones de euros ni a qué partidas afecta, cuando muchas comunidades recibimos el dinero como transferencias finalistas.
Para Griñán, el Gobierno central, en vez de hablar del Código Penal, tiene que hablar de la economía real y presupuestaria, y comprometerse con unas cuentas, hacerlas, llevarlas al Parlamento, discutirlas, y buscar entre todos un compromiso de estabilidad y, al mismo tiempo, de incentivar la economía.
Ha criticado que, hasta el momento, no sepamos nada de la reforma financiera ni de la reforma laboral ni del Presupuesto de 2012, lo que es "un disparate".