La Generalitat ha asegurado este martes que el recorte del Gobierno de 10.000 millones de euros en sanidad y educación refleja "desconcierto" y genera incertidumbres en vez de confianza.
El portavoz del Govern, Francesc Homs, ha valorado así, en rueda de prensa tras el Consell Executiu, el recorte que este lunes anunció mediante nota de prensa el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y que afecta a unos servicios públicos que prestan las autonomías.
Ha indicado que el Govern rechaza el recorte tanto a nivel formal --por cómo se ha anunciado-- como por el contenido, y ha asegurado que, ante esta situación, "crece el rechazo" del Ejecutivo catalán a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Según él, si el recorte de 10.000 millones del Gobierno es para satisfacer las presiones de los mercados, "les ha salido el tiro por la culata", como prueba que la prima de riesgo vuelve a estar en máximos históricos este miércoles, por lo que ha emplazado al Ejecutivo a actuar con seriedad y responsabilidad, y no a golpe de titular.
Francesc Homs dice que el Govern es bien consciente de la crisis, y prueba de ello son sus recortes desde hace más de un año, y precisamente por su conocimiento de causa asegura que se está actuando "de forma descoordinada, generando más incertidumbres que precisiones".
"MUERTE POR ASFIXIA"
También ha asegurado ser consciente de que las competencias son compartidas en sanidad y educación: las autonomías las gestionan, pero es el Estado quien tiene potestad sobre la legislación básica.
Al Govern le gustaría que fuese distinto y que Catalunya tuviera plenas competencias en sanidad y educación, pero ha instado al Gobierno a actuar con "coherencia" y generando certezas, no creando más incertidumbres.
Homs ha lamentado en nombre del Govern que se aproveche para hacer un "ataque de fondo" al Estado autonómico, algo que antes hacía el PSOE, y que ahora lidera el PP.
"El Govern tiene la sensación de que puede haber una muerte por asfixia financiera", ha indicado.