Según el último informe del organismo nuclear de la ONU, Irán no ofrece respuestas convincentes a los asuntos más delicados, como las posibles dimensiones militares de su programa atómico y el origen de una nueva planta de enriquecimiento de uranio.
El documento confidencial, al que tuvo acceso Efe en Viena, agrega que, en contra de las exigencias internacionales, Irán sigue prohibiendo inspecciones sin aviso previo a su territorio y no aplica un acuerdo con el OIEA que le obliga a informar de antemano sobre la construcción de nuevas instalaciones nucleares.
Además, no ha dejado su programa de enriquecimiento de uranio, un material especialmente delicado por su posible doble uso civil y militar.