El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha defendido este martes la destitución de su vicepresidenta primera, Carmen Calvo, y otros seis ministros, incluido el de Transportes, José Luis Ábalos, por la necesidad que había de "recargar pilas" y "rejuvenecer", y ha defendido que "no son ceses" sino "cambios necesarios".
En una entrevista en Telecinco, recogida por Europa Press, Sánchez ha restado importancia al hecho de que se haya desprendido de relevantes pesos pesados de su Gobierno, y ha asegurado que "hay que tomarlo con la mayor de las naturalidades", porque hay que afrontar una tarea "distinta" de la que iniciaron hace 18 mes, y hacían falta "relevos" en los equipos.
"Siempre las crisis de gobierno dan para mucha literatura en los medios de comunicación. Lo entiendo y lo respeto, pero para mí todos y cada uno de los ministros y también la gente que ha estado en mi equipo más estrecho tiene mi enorme gratitud porque han hecho un trabajo extraordinario", ha asegurado, tras ser preguntado en concreto si ha habido algún problema con Ábalos, que ha provocado que se haya ido enfadado.
Previamente, ha defendido que el socialista valenciano ha sido "muy buen ministro y un gran secretario de Organización del PSOE", porque ha dejado el partido "en una posición mucho más fuerte de la que ha tenido", pero ha enfatizado en que la nueva etapa de "recuperación y modernización" requería "cargar pilas, rejuvenecer" y coger "energía".
Además, ha vuelto a evitar citar a su ex jefe de gabinete Iván Redondo --como ya ocurrió en su declaración institucional del sábado--, al ser preguntado por los motivos que han provocado su salida. En este caso, se ha limitado a afirmar que "tanto los ministros como los colabores más estrechos" que han trabajado con él este tiene su "enorme gratitud" porque la tarea que han hecho.
Es más, ha asegurado que le "sabe mal" que se ponga la atención en algunas personas, al ser preguntado por el caso de Redondo, "porque hay otros ministros que no se hace referencia y también han abandonado sus responsabilidades y que no hay que obviar".
Sánchez sí se ha referido en concreto a Calvo y Ábalos --quienes eran dos de sus principales colaboradores--, y ha afirmado que "tanto José Luis, como Carmen" tienen todo su reconocimiento por el trabajo realizado, pero ha insistido que ahora que se ha entrado en una fase distinta, los relevos se tenían que producir, como ocurre "en todos los equipos". "Hay que tomarlo con la mayor de las naturalidades. No son ceses, son cambios necesarios porque la tarea es distinta", ha recalcado.
CALVO, "UNA DIPUTADA MÁS" EN EL GRUPO SOCIALISTA
Por otra parte, preguntado sobre el futuro de la exvicepresidenta Calvo, también ha asegurado que la respecto "hay mucha literatura", y ha descartado que esté pensando en ella para presidir el Consejo de Estado porque la actual presidenta, María Teresa Fernández de la Vega, "está haciendo un trabajo extraordinario", y cuenta con toda su confianza.
Además, ha señalado que Calvo ya ha manifestado su intención de incorporarse al Grupo Parlamentario Socialista, para trabajar "como una diputada más". "Y eso es algo que yo agradezco profundamente", ha apostillado.
CALVIÑO, "UNA MENTE PRIVILEGIADA"
Y frente a los destituidos, preguntado por el ascenso de la responsable de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, a vicepresidenta primera tras la marcha de Calvo, Sánchez ha destacado de ella que es "una mente privilegiada económica, con vis política, y con una entrada en Bruselas que pocos españoles tienen". "Es un auténtico honor y un lujo tenerla en un momento tan crítico", ha afirmado.
En cuanto a los ministros de Unidos Podemos, Sánchez ha defendido la autonomía que tienen los 'morados' para elegir a sus representantes en el Gobierno, y ha evitado decir si habría destituido al ministro de Consumo, Alberto Garzón, si no hubiera sido así, por la polémica sobre el consumo de carne, al lanzar una campaña recomendado reducir su consumo.
SOBRE EL CONSUMO DE CARNE, AVISA: EL GOBIERNO NO PUEDE "REGAÑAR"
Sobre esa polémica, en la que Sánchez se posicionó en contra asegurando que un "chuletón al punto" para él es "imbatible", el presidente ha querido matizar sus declaraciones que generaron "polvareda", y ha defendido que lo que tiene que hacer el Gobierno con este tipo de cuestiones no es "regañar a los ciudadanos sino acompañar" al sector agroalimentario en su transformación.
Además, ha defendido que este sector es consciente de los efectos del cambio climático y está comprometido, porque "vive del campo". "Lo que tenemos que hacer no es regalar sino acompañar", ha enfatizado.
Sánchez también ha vuelto a cargar contra el PP y su oposición "furibunda" contra el Gobierno, y ha avisado de que lo que tendría que estar haciendo el líder de los 'populares' Pablo Casado es apoyando en la llegada de los fondos europeos para la recuperación.
"Necesitamos tener una relación más cordial y constructiva entre el Gobierno y la oposición. Eso sería algo que agradecería la ciudadanía. Desde el Gobierno puedo garantizar que hacemos todo lo posible por tener la mejor de las relaciones", ha asegurado. "Pero dos no bailan si uno no quiere", ha remachado.
Sobre la alta incidencia que se está registrando entre la población joven, Sánchez vuelto a defender la necesidad de mantener la prudencia", y ha insistido en la necesidad de vacunar "al mayor ritmo posible", ya que son los sectores más jóvenes los que todavía no están vacunados.
En todo caso, se ha mostrado confiado de que en la semana del 19 de julio se podrán alcanzar los 25 millones de personas con pauta completa de vacunación y antes del final del verano el 70% de la población estará inmunizada.
"Cuando estamos viendo los contagios en la población más joven es precisamente porque ellos todavía no han tenido la capacidad. Estamos ya a punto de llegar a la orilla, y no tiene mucho sentido que dejemos de remar cuando estamos ya a punto de llegar a la orilla. No perdamos el respeto al virus, que sigue circulando, puede afectar a menores de 30, tengamos respeto no bajemos las defensas", ha reclamado.