Las causas del accidente, no obstante, siguen sin aclararse, señaló el BEA en el segundo informe sobre el siniestro del avión Airbus A330 de la aerolínea Air France, que se precipitó al Atlántico.
“Los test destinados a la validación de las sondas Pitot no parecen adaptados a los vuelos a gran altitud”, señala el informe presentado ayer en París.
Se trata de la primera vez que los expertos a cargo de la investigación ponen en duda la fiabilidad de las sondas Pitot, fabricadas por la compañía francesa Thales.
Airbus ya recomendó cambiarlas a todas las compañías que operan con aparatos de la familia A330/A340 tras el accidente entre Río y París, aunque la recomendación no era de carácter obligatorio.
“El BEA recomienda a la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) que desarrolle estudios para determinar con suficiente precisión la composición de las masas nubosas a gran altitud y evaluar los criterios de certificación a partir de los criterios obtenidos”, concluyen los expertos.