Rosas en el mar

El pasado viernes se organizó una rueda de prensa a la que asistieron María José Pulido (concejala de Políticas Sociales e Igualdad del Ayuntamiento de Huelva), Josefa Jiménez (jefa del Departamento de los Servicios Sociales) y Pilar Blanco (decana de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Huelva), a la que tuve el placer de asistir. Ha supuesto un paso de gigantes en la defensa de los Derechos Humanos y los Valores Fundamentales, ya que se presentaba el curso Básico y especializado ‘Diversidad Afectivo-Sexual, Identidad de Género y otras Manifestaciones de Género’. De naturaleza semipresencial, con 75 horas, constará de 9 bloques temáticos: Aproximación al conocimiento y aprendizaje terminológico; Legislación internacional, nacional, autonómica desde el Siglo XXI hasta la actualidad; Organigramas ministeriales y conserjerías competentes; Protocolos de actuación; Delitos de odio; Pin parental… La inauguración será el próximo miércoles de la Facultad de Trabajo Social. Serán sesiones de 5 horas, repartidas en los días 12, 13, 21, 26, 27 del presente mes, y de marzo, los días 6 y el 18. En éste último se expondrán los resultados evaluativos, se leerá un manifiesto colectivo y se entregarán los certificados de asistencia y aprovechamiento. Esta actuación formativa es pionera en Huelva y en Andalucía por la profundización teórica y práctica y por la lucha manifiesta contra la LGTBIQfobia. Ha sido el resultado de un proceso meditado y trabajado y que en estos momentos “convulsos y confusos” ha adquirido un matiz de especial relevancia. Esta decisión era una asignatura pendiente, ya que la antigua prisión onubense, desde 2013, fue declarada Lugar de Memoria Histórica de Andalucía, ya que y cito textualmente: “En la provincia de Huelva, 200 personas entre 1968 y 1979 pasaron por la antigua prisión por su condición sexual, castigados por la Ley de Vagos y Maleantes. Allí la homosexualidad era ‘tratada’ como una enfermedad a extirpar, utilizándose terapias basadas en trabajos forzados, palizas, humillaciones y brutales prácticas, actualmente prohibidas, como descargas eléctricas”. Es urgente no repetir la Historia. La prevención de las fobias, discriminaciones, negaciones, odios y persecuciones se combaten con la formación, información, sensibilización y concienciación de la ciudadanía. Y es un derecho, pero también un deber y compromiso político, garantizar la igualdad real y efectiva para el colectivo LGTBIQ+. Desgraciadamente, tenemos ‘nibelungos’ que hacen excesivo ruido, amontonando piedras, apuntalando concertinas y sembrando semillas de odio. La oposición férrea proviene de querer ser experto/a en la búsqueda de ‘extracción de metales’ y de conflictos, aunque sus apellidos sean topónimos de municipios que han defendido la autonomía y la liberación. Las excepciones confirman la regla… se cumple este principio maquiavélico. Así los que hoy se parten la camisa, aunque no sea protocolario, por la imposición del pin parental, en otras décadas se han paseado en primera fila en las manifestaciones con pancartas y banderas multicolor. O despreciar legislaciones de prevención y atención a las víctimas de violencia de género que se han podido incluso utilizar dentro de las filas de estas facciones radicales. Hay a quienes les sienta muy mal poseer una nómina elevada… les acoraza el humanismo y se blindan por sus ‘tesoros”’. Caminemos y avancemos, con prisa y sin pausa. Que la sinrazón se mueve sigilosa, de forma traicionera y con la celeridad propia para asentar sus devastadores prejuicios. Arranquemos las malas hierbas y demos paso a las flores, a la Vida…