Galicia reabre este viernes la hostelería de modo parcial, una medida que desde el sector esperan que se mantenga en el tiempo y que en todo caso será gradual, además de ir acompañada de una serie de obligaciones por parte de los establecimientos y un control por parte de la Administración para conseguir una desescalada "segura" de medidas contra el covid-19.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunció el pasado lunes tras la reunión del comité clínico que las áreas sanitarias de Lugo, Ourense, Santiago de Compostela y Vigo, con una incidencia menor a 250 casos de infección por coronavirus por cada 100.000 habitantes, que suma un total de 189 municipios gallegos y un 54 % de la población, podrán reabrir la hostelería.
Eso si, el límite será de un aforo del 30 % en interior y del 50 % en terrazas y tendrán que cerrar a las 18:00 horas.
En cambio, en las zonas de A Coruña, Ferrol y Pontevedra y en otros 33 municipios, casi un 44 % de la población, con una incidencia de entre 250 y 500 casos por 100.000 habitantes a catorce días, el sector de la hostelería solo podrá abrir terrazas, con un aforo máximo de 50 % y hasta las 18:00 horas.
En el resto de localidades, otros 17 municipios que representan algo más del 2 % de la población, y que tienen una incidencia superior a 500 casos por 100.000 habitantes a catorce días, continúan aún las estrictas restricciones vigentes hasta ahora para evitar contagios de coronavirus.
Así, tras un mes con toda la hostelería cerrada a cal y canto en Galicia, a excepción de locales que servían comida o cafés para llevar, el panorama ha cambiado totalmente esta mañana en Santiago de Compostela, pues junto con la apertura de los bares ha llegado también el sol, incitando a clientes desde bien temprano a acudir a las terrazas de las cafeterías a tomar un desayuno.
Lois, de la céntrica cafetería Airas Nunes, se muestra "optimista" y considera que el buen tiempo "va a ayudar" a una afluencia en la hostelería, aunque siempre "con prudencia".
"No podemos tampoco echarnos a la calle todos de cualquier manera", asegura este hostelero, que considera que un paso atrás y un cierre de nuevo supondría "un tiro a la nuca" y que con esta apertura al menos las cafeterías pueden servir cafés y los restaurantes ofrecer servicios de comida.
"Yo le tengo que agradecer a mi propia clientela esa especie de militancia y solidaridad, porque vinieron a por café estas últimas semanas, pero es distinto venir, sentarte, poder leer la prensa, desayunar en condiciones a coger un café, largarte e ir bebiéndolo de mala manera por ahí", asegura.
"La gente quiere volver a esta vida, a los bares abiertos", asegura el gerente de la cervecería A Liga, Fernando Parafita, que comenta que hace unos días el ambiente era "desolador" porque las calles estaban "prácticamente vacías" y el tiempo no acompañaba.
Parafita cuenta que su negocio ha recibido un total de 2.500 euros en ayudas a su negocio, algo que solo "salva un mes", ya que "estamos abiertos no para ganar dinero, sino para perder el mínimo posible", cuenta el hostelero, que calcula haber perdido alrededor de 30.000 euros este año.
Lo mismo dice Manuel Gómez, del bar Las Vegas, que ya notó una gran afluencia de gente y, aunque asegura que para este fin de semana "está al completo" porque ya le reservaron todas las mesas, lamenta que el negocio "no es rentable".
Precisamente para acabar con esta situación de incertidumbre y de cierres y aperturas continuas, la Xunta ha elaborado un plan con el fin de trasladar a la población que los bares y restaurantes pueden ser lugares seguros, con ciertas condiciones.
Así lo ha asegurado el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que visitó esta mañana el bar Rúa Bella para comprobar la medidas de prevención ante la covid-19 y que ha afirmado que si se respetan las normas "no habría que dar pasos atrás".
"Todo el mundo tiene muchas ganas de poder disfrutar de la hostelería pero debe ser con sentidiño y con las normas que son imprescindibles en beneficio de todos porque queremos que la hostelería siga abierta y no tener en ningún caso que dar pasos atrás", ha declarado.
La Xunta publicó ayer en el Diario Oficial de Galicia (DOGA) una serie de medidas que incluyen la implantación de códigos QR en los establecimientos, inspecciones frecuentes para el control de las restricciones y un sistema específico de control de aforos precisamente para afianzar la seguridad de la hostelería.
"Esta semana es informativa, recordando la conveniencia y la necesidad de que a partir del 5 de marzo estén ya adaptados los establecimientos", ha explicado esta mañana el conselleiro de Sanidad, Julio García Comesaña.
Durante la presentación de la convocatoria del diversos concursos escolares sobre donación y trasplante de órganos en el Museo Pedagógico de Galicia, Comesaña ha señalado que a partir del 5 de marzo sí que habrá sanciones para los incumplidores.
Así, la persona titular de cada negocio ha de obtener un código QR en un portal de internet habilitado por la Xunta en el que en el apartado Passcovid los usuarios de cada local podrán registrar su presencia mediante la captura y recibir notificaciones en el caso de que en ese local se de algún caso positivo.
Además, la Xunta ha elaborado una herramienta mediante la cual cada establecimiento podrá calcular el aforo tanto interior como exterior permitido, que deberá imprimir y colocar en unos carteles a la entrada del establecimiento.
El conselleiro ha añadido que la Xunta cuenta también con un plan de auditoría que realizarán los profesionales de salud pública de la Consellería y que estará centrado "especialmente en la hostelería" para asesorar en las normas de seguridad.
Además de la hostelería, la Xunta permitirá a partir de hoy la movilidad de la población entre localidades que estén en el mismo nivel de incidencia y las reuniones entre no convivientes, con un máximo de cuatro personas, en función de las zonas y de su evolución epidemiológica.