La Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha alertado de una agresión de una interna a dos funcionarias de prisiones en la tarde del viernes en el Centro Penitenciario de Albolote Fuentes de Instituciones Penitenciarias han confirmado a Europa Press la agresión, detallando que los hechos ocurrieron el viernes a la hora de la cena, cuando una interna no quiso entrar a cenar.
Tras llegar al módulo, se abalanzó sobre una funcionaria agarrándola del pelo. Fue ayudada por otra funcionaria, que también fue agredida. La interna fue reducida y trasladada al módulo de aislamiento. Las funcionarias heridas se incorporaron este sábado al trabajo, teniendo que retirarse durante la jornada laboral por sentir molestias.
La APFP ha solicitado a través de un comunicado el cese del director del centro penitenciario debido a la "nefasta" dirección del mismo. Ha recalcado que la agresión "se podría haber evitado", ya que "es la segunda de esta interna hacia las funcionarias".
"En 2020 agredió a una de ellas, vino a juicio desde otro centro y tras el mismo ha permanecido en Albolote sin ir a su centro penitenciario de procedencia", han apostillado desde la Asociación.
APFP ha adveritdo que se produce una agresión cada 36 horas en los centros penitenciarios dependientes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias "sin que se tomen medidas por parte de la SGIIPP, ni del Ministerio del Interior ni desde el Gobierno".
"Está espiral de violencia tiene un culpable directo, que es el Secretario General de Instituciones Penitenciarias, gracias a la normativa penitenciaria interna publicada durante su mandato, los internos gozan de impunidad en sus acciones, por ejemplo, pueden incluso salir de permiso si han agredido a un funcionario previamente, además, los funcionarios de prisiones no tienen específicamente la condición de agente de la autoridad, por lo que las penas impuestas son leves", ha explicado la Asociación.
APFP ha reclamado al Ministerio del Interior un Estatuto Propio para los funcionarios de prisiones como marco normativo para nuestra Institución; adecuación de los medios coercitivos al siglo XXI con la aprobación de pistolas taser y un incremento de las plantillas para ajustarlas a las necesidades reales de los centros penitenciarios para minorar las agresiones que padecen los trabajadores penitenciarios.