Apenas lleva un mes de recorrido el año 2022 y ya hay que lamentar tres agresiones físicas en el ámbito sanitario en la capital onubense. Si el pasado 20 de enero fue un vigilante de seguridad del centro de salud de Adoratrices el que sufrió una agresión por parte de un usuario, solo dos semanas después, el pasado viernes 4 de febrero, le ha tocado el turno a dos celadoras del centro de salud de El Molino.
Así lo han indicado a Viva Huelva fuentes del Sindicato Médico, que explican que se produjo una primera agresión a una celadora por parte de una pareja de usuarios, y después una segunda a otra celadora que intentó mediar, a la que “agarraron por el cuello”.
Ante este nuevo episodio de violencia en la sanidad onubense la Junta de Personal de Atención Primaria de Huelva, que engloba a los representantes de los trabajadores sanitarios de los Distritos Huelva Costa y Condado Campiña, ha emitido un comunicado en el que “condena rotundamente” los hechos y anuncia que este lunes a las 12.00 horas habrá una concentración silenciosa a las puertas del centro de salud de El Molino en repulsa por dicha agresión.
“La violencia nunca es la solución”, insisten desde la Junta de Personal, para después lamentar que “actualmente Huelva tiene el índice de agresiones mayor de la comunidad”.
También tienen duras palabras para la Gerencia de ambos distritos, reprochando su actitud “no solo por su responsabilidad en la gestión de la pandemia de Covid-19, que ha desembocado, dos años y seis olas después, en un caos organizativo y asistencial que satura y asfixia a la Atención Primaria de la provincia, generando situaciones de extrema agresividad en los centros de salud, sino también por su reiterada negativa a los requerimientos de vigilancia y seguridad en los centros de salud de mayor afluencia o conflictividad”.
Los profesionales sanitarios de Huelva, advierten, “no se merecen este tratamiento, tras haber dado más del 120% de sí mismos durante los casi dos años que llevamos de pandemia”.
