El programa de
ayudas Margarita Salas para la formación de jóvenes doctores ha arrancado con mal pie en la
Universidad de Huelva, después de que
investigadores becados hayan levantado la voz para denunciar el retraso en el cobro de su primera mensualidad.
Según denuncia la filóloga María Heredia en nombre de los afectados, los investigadores
tenían que haber recibido estas ayudas a finales de enero pero este martes seguían sin ver el importe ingresado en sus cuentas.
Heredia señala que esta situación afecta a
17 doctores que se encuentran desde el pasado 1 de enero realizando sus tareas de investigación en sus respectivos destinos y que tienen que asumir por ahora los gastos de alojamiento, transporte y materiales pese a que estos pueden ser considerables, especialmente para los que están en Suecia, Francia, Italia y Portugal.
Las ayudas, explican estos investigadores, oscilan entre los
3.500 euros brutos al mes para aquellos que se encuentran en el extranjero y los
2.800 que realizan sus estancias en España y tienen una duración de dos años.
Heredia explica que el día 1 pudieron reunirse con el vicerrector responsable del asunto, quien les aseguró que
el retraso se debía a un brote de Covid en el servicio de nóminas. Ocho días después han decidido hacer pública la situación para
pedir “un trato digno como a cualquier trabajador o investigador de la Universidad de Huelva”.
Los investigadores
temen que estos retrasos se repitan cada mes ya que la UHU, a diferencia de la práctica totalidad de universidades españolas que conceden estas ayudas financiadas con fondos Next Generation,
ha decidido gestionarlas como becas durante los doce primeros meses en lugar de como contratos postdoctorales. Esta medida, indica Heredia, también perjudica a la mayoría de los seleccionados ya que, aunque cobran más, no tienen acceso a cotización ni prestación por desempleo.
Desde la UHU han asegurado a Viva Huelva que este mismo martes se ha procedido a realizar el pago. El dinero, apunta Heredia, aún no ha llegado a sus cuentas.