La historia del edificio Ramón y Cajal de Gibraleón, perteneciente al CEIP Miguel de Cervantes y que acoge a los alumnos de Infantil, es la de nunca acabar. En el mes de marzo del curso 2010/2011 se desplomó parte de la escayola del centro, lo que provocó que los pequeños fueran reubicados temporalmente en otros centros de la localidad.
No obstante, la temporalidad se convirtió en permanencia, ya que los pequeños de tres y cuatro años comenzaron el curso 2011/2012 en el Auditorio municipal y allí lo van a terminar.
Cuando se cumplía un año del incidente, la Delegación de Educación informaba de que el proyecto de arreglo del edificio ya estaba realizado y el inicio del obras llegaría más pronto que tarde, de modo que los pequeños comenzarían en septiembre el nuevo curso en el edificio Ramón y Cajal.
Sin embargo, a la espera del inicio de estas obras, un nuevo contratiempo puede posponer el arreglo del edificio: la noche del pasado lunes se derrumbaba parte de la cubierta, en concreto 10 metros de techo, según han asegurado a Viva Huelva fuentes de la Delegación de Educación.
Este derrumbe se producía el mismo día en que el centro informaba a los padres afectados de que las obras comenzarían el próximo mes de julio, aunque según padres afectados -la Dirección del colegio no ha querido hacer ninguna declaración a este periódico-, desde Educación no garantizaban que las obras estuvieran listas para septiembre, y de no ser así, el traslado de los alumnos se produciría en enero de 2013, una vez finalizado el primer trimestre para no alternar las clases de los escolares y aprovechar las vacaciones de Navidad para hacer la mudanza.
Todo en el aire
Con este nuevo derrumbe, ahora queda todo en el aire, aunque técnicos municipales y del Ente Público Andaluz de Infraestructuras y Servicios Educativos, dependiente de Educación, se afanaban este martes por evaluar los daños ocasionados por este nuevo incidente a fin de modificar, si hiciera falta, el proyecto de reforma del edificio, ya aprobado y con una partida de 200.000 euros ya liberada por la Junta de Andalucía.
El proyecto inicial incluye el arreglo total de la cubierta y la solería y una reforma general del edificio. Al contar con una dotación presupuestaria de 200.000 euros, no era necesario adjudicar el proyecto vía concurso público. Sin embargo, si este nuevo derrumbe supone un aumento de la partida inicial, podría haber una demora en el inicio de las obras, ya que habría que hacer una licitación pública.
