El Programa de Fomento de Empleo Agrario (Profea) asegura una inversión suficiente en Huelva, que supera los doce millones de euros, para que se realice la contratación de más de 7.500 trabajadores agrícolas y la generación de más de 160.000 jornales, repartidos por toda la provincia onubense. Es, generalmente, un valiosísimo instrumento para los pueblos, que ven así aliviada la carga del desempleo agrario, pero supone también un estímulo compartido entre las administraciones, la del Estado, que en última instancia es la gran responsable y la que más debe comprometer, pero también la autonómica y las locales y provinciales. Generar empleo en los territorios desfavorecidos es la mejor manera de estimular la economía local, al tiempo que supone también un instrumento de fijación de población y da la oportunidad de reparar espacios y edificios que lo necesitan, así como de mejorar con los proyectos diferentes de obras que se llevan a cabo, las infraestructuras locales y comarcales. Un programa así, no parece que pueda ser cuestionado en cuanto a su utilidad y a su eficacia desde ningún punto, pero mucho más en estos tiempos económicos difíciles, es una herramienta imprescindible que se debe asegurar con fondos suficientes, poniendo todo el interés, y evitando entrar en confrontaciones políticas  estériles o que distorsionan.