Regreso al pasado

A estas alturas, parece que todo vuelve, hasta un hit que creíamos tan superado como el de El Emigrante, de Juanito Valderrama. Y es que, Como en aquella película donde un hijo tenía que volver al pasado para propiciar que sus padres se casaran y todo funcionara como debe en el futuro, los onubenses, vuelven a aferrarse a la emigración, primero para salvarse ellos mismos, ante la escasez de posibilidades laborales que ofrece España en la actualidad, pero también, para asegurar que en el futuro las cosas serán como deben ser.  Lo que ocurre, es que las elevadas cifras de emigración desde nuestra tierra (ha subido un 20,3 por ciento desde el año 2009), resultan alarmantes, porque, además de constatar que no se está gobernando aquí para algo tan prioritario como es la creación de empleo, pese a que desde el Gobierno central de boquilla se dice que es su obsesión, supone la fuga de talento, y la pérdida de una mano de obra que no podemos permitirnos prescindir de ella. A todo esto, quien sale beneficiado, especialmente, es Alemania, que cuenta con más dónde elegir, que se lleva a la gente que se ha formado aquí, que han sido una inversión nuestra, pero que no ve otra salida. Así las cosas, surge la duda de si toda la frenética y desmesurada imposición, siguiendo las consignas germanas, de reducción de inversiones, de desmantelamiento del estado de Bienestar que está haciendo el PP, no es toda una estrategia que busca hacer más débil  al Sur, para que las cosas vayan mucho mejor (y les salga más barato) en el Norte. Es una fisura que hay que empezar a tapar. Con urgencia.