La Huelva vandálica, caníbal, inculta y destructora hizo de nuevo acto de presencia este miércoles, con otra acción sin sentido que atenta directamente contra el patrimonio ya de por sí abandonado de la capital onubense y que da al traste con buena parte del trabajo que los voluntarios están llevando a cabo para poner en valor una joya desconocida del patrimonio histórico, cultural y arqueológico de Huelva. Otro atentado contra el patrimonio. La Fuente Vieja, el acueducto romano de Huelva, una obra que data del siglo I d.C., apareció en la mañana de este miércoles con una pintada con la palabra ‘Anonimus’, manchas de pintura en algunas de sus paredes, y vertidos de pintura en el agua que fluye en algunas de sus zonas.
Así lo denunció el colectivo ‘Concejal 29’, que se encarga, entre otros asuntos, de intentar preservar este monumento como una parte de la historia de la ciudad, ponerlo en valor y ponerlo al servicio de la capital onubense como reclamo turístico.
Ramón López, portavoz de este colectivo, aseguró que este ataque, producido al parecer en la noche del martes, es “una emergencia”, y ha lamentado que “el dolor se apodera de los voluntarios de Fuente Vieja”, voluntarios que cada miércoles van a la zona para adecentarla y que en esta ocasión se llevaron la triste sorpresa de ver que el enclave que con trato cariño tratan había sido asaltado por los vándalos.
Pero el voluntariado no se paralizó ante lo sucedido, ni se quedó de brazos cruzados. Todo lo contrario, se puso manos a la obra para arreglar el estropicio y horas después, bajo la coordinación de Rocío Rodríguez, arqueóloga municipal, el espacio había quedado casi como antes de que la incultura dejara su huella en él. Por su parte, desde el Ayuntamiento de Huelva apuntaron a este periódico que desde la Concejalía de Seguridad se va a iniciar una actuación para tratar de esclarecer los hechos y policías locales serán mandados a la zona para que investiguen.
La Fuente Vieja se trata de una obra que en su mayor parte es subterránea, levantada en tiempos del Imperio Romano, y situada en la zona de cabezos de El Conquero, que recorre la ciudad desde la barriada de Las Colonias hasta las inmediaciones del cabezo de San Pedro. suministró agua a Huelva durante los años de mayor esplendor de la ciudad romana, entre mediados del siglo I y principios del siglo II.
Tras casi morir de abandono, desde hace tres años un grupo de voluntarios se afana por adecentarla y ponerla al servicio de la ciudad. Además, unas 300 personas han participado en las dos visitas guiadas que se han llevado a cabo. Como dicen que no hay mal que por bien no venga, a ver si este acto de profanación sirve para un mayor cuidado de este tesoro patrimonial en una ciudad de historia, descuido y vándalos.