La playa de El Asperillo, entre Matalascañas y Mazagón, ha amanecido este domingo con una imagen nada agradable para los bañistas que acuden a disfrutar de sus paisajes y aguas: el cuerpo sin vida de una tortuga laúd, conocida también como baúla.
Así lo atestigua la imagen remitida a este periódico por José Antonio Mayo, que explica que la tortuga laúd es la tortuga más grande del mundo, rondando un peso de entre 300 y 600 kilos, y una longitud de más de 1,5 metros, aunque sus aletas pueden llegar hasta los dos metros. Es la única tortuga marina sin caparazón duro. Su nombre común en ingles significa “espalda de cuero”, haciendo referencia a la piel sin placas, semejante al cuero que la cubre. Se alimentan principalmente de medusas, y pueden sumergirse en busca de alimentos hasta los 1.000 metros. Se calcula que este ejemplar puede pesar 500 kilos.
Según han informado fuentes municipales, el cuerpo de este quelonio, de alrededor de 1,5 metros de largo, se encuentra en la orilla a la espera de ser retirado de la arena.
No es el primer cuerpo de animal marino que trae la mar a la costa onubense en los últimos tiempos.