Las delegaciones territoriales de Igualdad, Salud y Políticas Sociales y de Educación de la Junta en Huelva han organizado este martes una sesión de formación masiva denominadas #cardiomaratón061 con motivo de la conmemoración en la provincia del Día Europeo de Concienciación ante la Parada Cardiaca. En total, unos 1.300 jóvenes onubenses se han formado en reanimación cardiopulmonar.
Las jornadas han tenido lugar en el Instituto de Educación Secundaria Alto Conquero, en la capital, y han estado coordinadas por la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061, a la que se han unido otras instituciones públicas de la provincia y la Fundación Mapfre, según ha informado la Junta en una nota de prensa.
Un total de 1.300 alumnos de institutos de Secundaria y colegios de Primaria han sido entrenados en reanimación cardiopulmonar por profesionales del 061, de los distritos sanitarios Huelva-Costa y Condado-Campiña del Servicio Andaluz de Salud, Cruz Roja, Protección Civil, Bomberos del Ayuntamiento de Huelva y de la Facultad de Enfermería.
Enmarcadas dentro de la campaña puesta en marcha por el Consejo Europeo de Resucitación (ERC) bajo el lema de este año --'Todos los ciudadanos del mundo pueden salvar vidas--, estas jornadas han contado con la presencia de los delegados territoriales de ambas áreas, Rafael López y Vicente Zarza, respectivamente, junto al director del servicio provincial de 061 en Huelva, Juan Chaves.
Con esta iniciativa, la Junta pretende aumentar el número de personas que conozcan cómo actuar ante estas situaciones para poner en marcha la cadena de supervivencia en el menor tiempo posible. Según estudios del ERC, más de 100.000 personas al año podrían salvar sus vidas en Europa si se alcanzaran las tasas de formación de ciudadanos en estas técnicas que tienen en países referentes como Países Bajos o Suecia.
Esta acción de formación masiva, que se organiza por sexto año consecutivo, ha permitido formar en la provincia a 7.000 onubenses, entre primeros intervinientes en las situaciones de emergencias y alumnos y profesionales de la comunidad educativa.
Las recomendaciones internacionales indican que una de las estrategias para disminuir la mortalidad de los pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria es enseñar a la población en general las medidas básicas que deben aplicar a estos pacientes mientras llegan los equipos sanitarios, y que han demostrado que aumentan la supervivencia en estos casos.
DISTINTIVO ESPECIAL
Como ejemplo de ello, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha distinguido en el marco de la celebración del Día Europeo de Concienciación ante la Parada Cardiaca a dos miembros de la Guardia Civil por su pronta y eficaz actuación en la asistencia de un paciente que sufrió un proceso con riesgo vital grave en la aldea de El Rocío, durante la celebración de la pasada romería.
La patrulla compuesta por el Teniente Comandante del Puesto Principal de Almonte, Óscar Valdés Anastasio, y el agente de la misma unidad David Machío Muñoz (actualmente destinado en el Puesto de Puebla del Río de Sevilla), encontrándose en servicio de Seguridad Ciudadana, lograron revertir la situación de extrema gravedad del paciente antes de la llegada del equipo de emergencias 061.
Gracias a la decidida actuación de los dos efectivos de la Guardia Civil, la ejecución de las maniobras de soporte vital y el seguimiento de las instrucciones recibidas del centro coordinador 061, el paciente pudo superar la crítica situación en que se encontraba.
RCP TELEFÓNICA
Desde los centros coordinadores de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, ante una situación de sospecha de parada cardiorrespiratoria, se anima y se explica a los alertantes cómo realizar estas maniobras básicas mientras llegan los equipos de emergencias al lugar del suceso, dado que está demostrado que intentar aplicar estas técnicas a pesar de no tener conocimientos previos en primeros auxilios, ayuda a muchos pacientes llegando a aumentar las posibilidades de supervivencia en más del 50% de los afectados.
Estos eventos suceden en la calle, en el trabajo o mientras se hace ejercicio o una actividad extenuante, si bien ocurren en su mayoría en el hogar. En la actualidad, menos de 1 de cada 10 personas sobreviven. Las investigaciones realizadas muestran que la aplicación de las técnicas de reanimación cardiopulmonar por una persona que presencia la parada cardiaca aumenta la supervivencia entre 2 y 3 personas de cada 10, aunque solo 1 de cada 5 pacientes llega a recibir esta ayuda.
En el año 2017, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias realizó soporte vital avanzado a 1.168 pacientes, el 73 por ciento de ellos hombres. La edad media fue de 62 años (61 para hombres y 64 para mujeres). Algo más de seis de cada diez paradas cardiacas sucedieron en el domicilio.
En el 80 por ciento de los casos la parada cardiaca fue presenciada y, excluyendo los casos presenciados por personal sanitario, hubo reanimación previa en 330 pacientes, apoyando al testigo reanimador desde el centro coordinador con RCP asistida por teléfono en dos tercios de los casos. Según los datos de la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, el desfibrilador externo automático se utilizó previamente a la llegada del equipo de emergencias en 85 pacientes (3,5%).
Tras la asistencia in situ de los pacientes por el equipo de emergencias sanitarias 061, 350 pacientes (30%) llegaron con pulso al hospital y un 4,8% en situación de reanimación continuada. Se realizaron 14 activaciones de códigos de donación en asistolia. Un total de 146 pacientes (12%) recibieron el alta hospitalaria con buen estado neurológico.
TÉCNICA DE REANIMACIÓN
La parada cardiorrespiratoria es la interrupción brusca, generalmente inesperada y potencialmente reversible de la respiración y de la circulación espontáneas. Una recuperación del paciente sin secuelas neurológicas exige que los tiempos de actuación sean lo más precoces posibles. En este punto, la colaboración ciudadana, el aviso y el inicio inmediatos de maniobras de reanimación son imprescindibles para lograr un buen resultado final.
La técnica de reanimación cardiopulmonar consiste en el mantenimiento de la vía aérea abierta, de la respiración y de la circulación de la sangre, sin equipo específico, solo utilizando las manos y la boca, pudiéndose usar dispositivos de barrera para la vía aérea, evitando así el contacto directo con la víctima.
CADENA DE SUPERVIVENCIA
Durante las sesiones formativas, los asistentes ponen en práctica los consejos y recomendaciones de los profesionales sanitarios para realizar la reanimación cardiopulmonar sobre maniquíes o pacientes simulados, al tiempo que aprenden la secuencia de actuaciones que determinan un aumento de la supervivencia tras sufrir una parada cardiorrespiratoria, lo que se ha llamado la 'cadena de supervivencia'.
Esta cadena consta de cuatro eslabones bien diferenciados y todos a su vez imprescindibles. En primer lugar, hay que alertar con rapidez al servicio de emergencias sanitarias llamando al número 061, para posteriormente comenzar con las maniobras de reanimación cardiopulmonar básica (RCP) de forma eficaz y hasta que llegue el equipo sanitario que atenderá al paciente. En tercer lugar se efectuará la desfibrilación precoz, que se refiere al tratamiento eléctrico de la arritmia que ha producido la parada. Por último, el equipo de emergencias sanitarias realizará la asistencia y traslado al hospital correspondiente.