Los chiringuitos de las provincias costeras andaluzas que han pasado a la fase 1 pueden abrir a partir de mañana, como cualquier bar o restaurante, con terrazas al 50 % de su capacidad y aunque la gran mayoría, por incertidumbre, lo hayan rechazado y esperarán, algunos lo harán, por cuestión de ilusión y necesidad.
La apertura, por ejemplo, en el caso de la provincia de Huelva, será prácticamente testimonial, debido, principalmente, a que las playas están abiertas sólo para la práctica deportiva y dar paseos y a la incertidumbre que hay en el sector sobre cómo afrontarla.
Inicialmente, se puso la vista en la fecha del 25 de mayo, día propuesto por la Junta de Andalucía para ese uso "normal" de baño y sol para las playas, pero ni siquiera para entonces la mayoría "lo ve viable", según apuntaban esta misma semana desde el Consejo Empresarial de Chiringuitos de la Federación Onubense de Empresarios (FOE), poniendo el horizonte en el 22 de junio para la 'apertura oficial' de la temporada.
La pretensión del sector es salvar el verano, que ningún establecimiento tenga que cerrar por esta crisis sanitaria, pero quieren hacer con todas las garantías de ahí que en su conjunto urja los protocolos que han de aplicar los establecimientos.
Frente a esa inmensa mayoría se encuentran los que ni siquiera han decidido esperar al 25 de mayo y han optado por aprovechar las posibilidades que les brinda la fase 1 para abrir sus puertas desde mañana mismo, como es el caso del chiringuito El Enebral de Punta Umbría, donde en los últimos días se ha estado trabajando para poner el establecimiento a punto e incluso han elaborado un protocolo de actuación para clientes y trabajadores.
Uno de sus propietarios, Agustín Albarracín, ha explicado a Efe que se han echado para adelante porque "estamos en un momento en el que ya lo permite Sanidad y hay que poner ese granito de arena para que no nos hundamos, tenemos que echarnos a andar y eso no quita que sigamos con el distanciamiento y que evitemos las masificaciones".
"Tenemos una playa magnífica a la que, a partir de mañana, pueden venir desde cualquier punto de la provincia a pasear y a comer, al estar permitidos los desplazamiento intraprovinciales; hay que ver la luz y evitar que caigamos en el miedo, tenemos que vivir y no podemos esperar", ha añadido.
Con esta filosofía, Albarracín afronta con "buenas expectativas" la que va a ser su primera semana de actividad en la que abrirá ininterrumpidamente de 10:00 a 21:00 horas un establecimiento "diferente" con 14 de las 34 mesas que tenían antes de la crisis, entre las que habrá una distancia de 2,5 metros cada una, pero con la tranquilidad que da el "tener reservas para casi todos los días".
A la distancia entre mesas se suman otras medidas como la desinfección de mesas y sillas entre clientes, cuberterías de un solo uso, acceso de entrada y salida o aseos ubicados en el exterior. Además, los trabajadores, que llevarán materiales de protección adecuados, han sido formados sobre prevención de riesgos laborales específicos al Covid-19.
Será, por tanto, una imagen distinta la que pueda verse en los chiringuitos que, como este opten por abrir a partir de mañana, una imagen adaptada a la "nueva normalidad" pero que supone, al mismo tiempo, un mensaje de ilusión y de confianza en lo que está por venir.