La Victoria llevaba demasiado tiempo siendo sinónimo de malas noticias deportivas, de agobios institucionales, de proyectos fracasados… Esta temporada ha cambiado mucho la película y, coincidiendo con el centenario del Real Jaén, su estadio se ha convertido en sinónimo de goleada. Lo volvieron a demostrar este pasado sábado los de Chumilla ante el que, todo hay que decirlo, es el peor rival de la categoría.
No hubo relajación alguna ante un Huracán Melilla que tuvo que pagar extra en los billetes de vuelta por el exceso de goles con el que regresó a casa. Los jugadores blancos no se contagiaron de la noche desapacible que hubo el sábado sobre la capital del Santo Reino y saltaron al césped dispuestos a recompensar a los aficionados que desafiaron a la mala climatología para apoyarles.
Fue cuestión de minutos el darse cuenta que aquel partido iba a tener más de entrenamiento que de encuentro oficial porque el rival no compareció. El Real Jaén fue una apisonadora sin escrúpulos que a los cinco minutos ya vencía por dos goles de diferencia. Claro que gran parte de la culpa de esta nueva goleada blanca la tuvo su hombre gol.
Antonio López goza de una voracidad digna de mención y este fin de semana dejó una hazaña en el Nuevo La Victoria que, por mucho que el oponente fuese de un claro nivel inferior, no deja de ser extraordinaria. Porque el ariete granadino encarriló el partido él solito con cuatro goles en tan solo media hora de juego. Cuatro tantos además que le han servido para colocarse como ‘Pichichi’ en solitario de la categoría. Lleva anotado diez tantos en 12 encuentros, una cantidad de dianas que acerca a cualquier equipo a sus objetivos y el del Real Jaén no es otro que ascender.
También rema para lograr esta meta Armengol que, como viene siendo habitual en lo que llevamos de campaña, no decepciona en los minutos que le da Chumilla. Este sábado firmó otros dos tantos en apenas un cuarto de hora, convirtiendo además el final del partido en algo ameno y soportable para los aficionados que obviaron el frío y el chispeo que hubo durante prácticamente todo el choque.
El tanto que redondeó el siete a cero con el que terminó el encuentro lo anotó el futbolista que este año ha decidido ser el maestro de ceremonias del equipo de su ciudad. Mario Martos lleva toda la campaña actuando de líder sobre el verde de los ‘lagartos’ y en un partido roto, con espacios, su facilidad para romper líneas y organizar el juego se vio multiplicada.
En datos
Que el Nuevo La Victoria se ha convertido en sinónimo de goleada no es una apreciación personal sino un informe matemático. No es ya solo que los blancos hayan ganado los seis partidos que han disputado como locales hasta la fecha, es que además promedian cuatro goles por cada uno de estos encuentros. Los de Chumilla han conseguido 24 tantos en casa y solo han concedido uno.
Una auténtica barbaridad si tenemos en cuenta que el segundo mejor equipo en esta faceta es el Marbella, que también ha ganado todos los encuentros que ha disputado en su estadio pero que ha logrado anotar diez goles menos. Unas cifras que tienen también a Javi Sánchez como el portero menos goleado de la categoría, con 0,45 goles encajados por encuentro.
La diferencia de goles con la que el Real Jaén lidera la clasificación es de 23 en positivo, once más que El Palo que además esta pasada jornada volvió a empatar, por lo que acumula tres partidos consecutivos sin ganar y ya se distancia de los blancos a cuatro puntos de distancia. La próxima semana los de Chumilla tendrán que visitar a uno de los equipos en mejor forma actualmente. El CD Huétor Tájar es el séptimo clasificado pero cuenta por victorias sus tres últimos partidos y además siempre se muestras fuerte ante su afición.
