Causa estupor, incluso vértigo político, asistir atónitos a que la principal pelea del inicio de este mandato en el Ayuntamiento de Jaén sean las liberaciones de los concejales electos. Es decir, cuántos dejarán sus actuales empleos (todos dicen tenerlos) para cobrar del Consistorio, alrededor de 3.000 euros brutos al mes. La Ley permite que de los 27 corporativos que tiene Jaén, 18 de ellos puedan liberarse a tiempo completo. En el caso de que lo hicieran a tiempo parcial (media jornada) una de esas liberaciones podría convertirse en dos al nada despreciable sueldo de unos 2.000 euros brutos al mes. En el mandato 1999-2003 solo hubo en el Ayuntamiento once liberados, en unos años en los que las arcas municipales estaban bien nutridas. Ahora, con la peor situación financiera municipal, a un paso de la intervención del Estado y sin saber cómo se pagarán las pagas extraordinarias de este verano, el PP plantea 10 de las 18 liberaciones y Ciudadanos quiere, en un discurso no menos demagógico, liberar a sus tres ediles para que se dediquen en cuerpo y alma a ejercer la oposición. Los otros cinco deberán repartírselos PSOE y Jaén en Común. Tristes y viejas disputas en estos nuevos tiempos impostados de cambio en los que ninguna voz se alza para cuestionar si el Ayuntamiento más endeudado de España (o todos) deberían mantener el mismo número de liberaciones que en los tiempos de pujanza.