Mientras, el malestar entre los vendedores ambulantes ha ido en aumento, tras conocer que habrá cuatro semanas en las que no podrán ser montados los 300 puestos. A la búsqueda de una solución, estos comerciantes mantuvieron ayer una reunión con la concejala delegada de Mercados, Rosario Espejo. Un encuentro en el que los vendedores ambulantes trasladaron a la edil su malestar por la situación creada este año, al solaparse el mercadillo con la Ciudad de los Feriantes y con las obras que se realizan en el Llano Amarillo.
Uno de estos profesionales, José Llaves, afirmó que Espejo “nos trasladó, a raíz de nuestras demandas que los días 1, 8 y 15 de junio el mercadillo se prolongaría hasta las 18.00 horas de la tarde”. Sin embargo, “sólo el día 1 de junio podremos montar todos mientras que los días 8, 15 y 22 de junio sólo montaremos la mitad, en días alternos”. Por tanto, añadió, “dejarán durante tres semanas a 150 padres de familia autónomos sin poder trabajar y no pasa nada, pero nos preocupa porque son días de víspera de feria en los que las ventas aumentan un poco”.
No a un descuento
Además, la concejala “nos aseguró que no hay en la ciudad muchas opciones para instalar el mercadillo pero consideramos que esta es una cuestión que ya se podría haber contemplado desde hace muchos años, porque el mercadillo existe desde hace 30 años y no se han interesado por nosotros, cuando cobran al año 300.000 euros por instalarnos 52 semanas, a las que hay que restar cuando no montamos, por el mal tiempo y también cuando el martes coincide con un día festivo”, aseveró. Por ello, para los vendedores “resulta indignante que unos comerciantes tengan que estar peleando por poder trabajar, en tiempos de crisis como los que vivimos en la actualidad”.
Por ello, “trasladamos a Espejo la posibilidad de que tuviésemos algún tipo de descuento en las tasas por los casi tres meses en que no hemos podido ocupar la vía pública, por las lluvias, pero nos dijo que no”. Mientras, el Parque Feria “tampoco reúne las condiciones porque es un vertedero, con excrementos de perro por todas partes”.
Las farolas “caen en los puestos y no se puede echar el toldo, aún en épocas de lluvias y los adoquines están dentro de los puestos”. Pero “nos vemos impotentes porque no podemos hacer nada ante esta situación que es indigna” para 300 autónomos “de los cuales el 70 o el 80% son de la comarca, invierten en la comarca y pagan aquí sus impuestos”.
Por ello, Llaves aseguró que entre sus compañeros “hay gente muy desesperada. Algunos empeñados, otros han perdido hasta sus planes de pensiones y no podemos seguir así y, además, no tenemos ninguna ayuda. Al contrario, ahora se gesta una nueva ley en la que se contemplaría que los puestos serían adjudicados por sorteo y si no te toca, no trabajas”.
En suma, la polémica está servida y a partir de hoy serán muchas las voces que reclamen más organización en el tráfico rodado de la avenida Virgen del Carmen.
